Nueve de cada diez grandes frigoríficos subfacturan o no declaran operaciones de comercio exterior. La cifra surge de las fiscalizaciones que realizó la Dirección General Impositiva sobre los 150 establecimientos más grandes país, que explican en conjunto el 72 por ciento de la faena total.
En medio de la negociación entre el Gobierno y representantes de la cadena agroexportadora para destrabar el comercio exterior de carne vacuna y desacoplar los precios externos de los internos, la DGI puso en marcha una serie de operativos, en los que se detectó matarifes (usuarios de servicio de faena) que recurrieron al uso de facturas apócrifas, sociedades sin sustancia y prestanombres, para comercializar más de 500.000 cabezas de ganado entre 2018 y 2020.
El Gobierno se reunió esta semana con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) para buscar una solución a la suba de precios internos de la carne vacuna, mientras que las entidades que conforman la Mesa de Enlace pidieron una audiencia al presidente Alberto Fernández luego de llevar adelante un cese de comercialización durante 14 días.
La industria frigorífica exportadora nucleada en el Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC) continúa negociando con la Casa Rosada y elevó una propuesta inicial de acercar unos 12.000 toneladas a precios más económicos. El precio interno de la carne subió en el último año un 65 por ciento, casi veinte puntos por encima de la inflación general. El Gobierno además intensificó los controles sobre el sector, aplicando multas y clausurando establecimientos en los que se detectaron serias irregularidades.
La AFIP inició a fines de abril fiscalizaciones a través de la DGI y la Aduana, con el objetivo de detectar y desarticular maniobras de evasión y operaciones de exportación diseñadas para no liquidar la totalidad de las divisas. La DGI estuvo a cargo del control de los distintos eslabones de la cadena productiva, mientras que la Aduana corroboró que el ingreso de divisas generadas por las ventas al exterior sea el declarado.
"El monto de las infracciones y las multas, serán determinados al finalizar los procedimientos", explicó la AFIP en un informe técnico al que accedió El Destape. Las acciones de fiscalización y control cuentan con la participación de más de 190 inspectores de la DGI que investigan maniobras de subfacturación de compras, utilización de facturas apócrifas y operaciones no declaradas, entre otras irregularidades.
Los casos fueron iniciados con la presencia de los inspectores en los distintos frigoríficos fiscalizados a fines de abril y continúan a través de la modalidad digital. Los procedimientos abiertos otorgan a los inspectores un plazo de hasta 120 días para relevar documentación de las firmas.
Los frigoríficos fiscalizados están distribuidos por todo el país pero la mayoría de los casos corresponde a plantas emplazadas en el área metropolitana de Buenos Aires y las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.
"Los matarifes, que carecen de una condición económica que permita explicar el movimiento de animales realizado, "contratan" los servicios de frigoríficos. Una de las hipótesis de trabajo explorada por los inspectores de la DGI es que los matarifes sin capacidad económica que recurren al uso de facturas apócrifas constituyen una pantalla para algunos frigoríficos que les permite evadir impuestos y generar créditos fiscales ficticios", explicaron desde la DGI-AFIP.
Las maniobras detectadas
Subfacturación de compras: Peso y precios declarados en la documentación por debajo de los valores vigentes en la plaza así como la declaración de compra de animales de menor valor a los que realmente se comercializan.
Compras no declaradas: Operaciones con productores que no están registrados y operaciones con productores registrados que no son declaradas (animales que son movilizados formalmente pero que luego no figuran en las declaraciones).
Utilización de facturas apócrifas: Operaciones con comprobantes apócrifos, compras a productores que desconocen la transacción (facturas duplicadas), facturación de servicios inexistentes para equilibrar débitos y créditos ante ventas de carne omitidas.
Subfacturación de ventas: Operaciones facturadas a precios por debajo de los del mercado y/o con menores cantidades declaradas.
Empleo no registrado: Informalidad y precarización en las distintas etapas de la cadena productiva. Pagos de complementos de salarios no registrados y subdeclaración de los horarios de trabajo.