El consumo de carne se volvió a contraer y no encuentra un piso en medio de la crisis: en febrero cayó 5,4% respecto a un año atrás, de acuerdo a un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra). Buena parte de la sociedad no puede poner un churrasco en la mesa y el arranque de 2025 muestra un feroz avance de precios, lo cual dificulta el proceso desinflacionario del que se jacta el Gobierno.
Tomando el promedio móvil de los últimos doce meses, el consumo por habitante de carne vacuna habría sido equivalente a 48,8 kilos/año en febrero, ubicándose 5,4% por debajo del verificado un año antes (-2,8 kilos por habitante menos). Según el documento elaborado por el Mercado Ganadero Rosgan de la Bolsa de Comercio de Rosario, la comercialización interna de carne en el primer bimestre del año se desplomó al mínimo histórico. La caída del poder adquisitivo de los hogares llevó a que la carne se convirtiera en un lujo para pocos y en unos de los alimentos que más sufrió el recorte en el consumo.


Caída en producción y precios cada vez más caros
En el primer bimestre, la producción de carne vacuna fue equivalente a 499 mil toneladas (tn) de res con hueso (r/c/h), ubicándose 1,7% por debajo de la producción registrada en el mismo bimestre de 2024. En términos absolutos, la cantidad ofrecida de carne vacuna se redujo en 8,5 mil tn r/c/h con relación a un año atrás.
Asimismo, del lado de la demanda, la contracción de las compras de carne vacuna por parte de los importadores chinos habría generado una contracción de la cantidad exportada de 33,7% anual en el período analizado, que puesta en términos absolutos sería equivalente a -54,05 mil tn r/c/h.
En paralelo, durante febrero se registró un alza de 2,4% del nivel general del Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires. En la comparación mensual, el proceso de desaceleración se interrumpió, principalmente debido a la suba de 12,1% del precio promedio de los cortes vacunos y a su elevada importancia en la estructura de ponderaciones del índice, lo que generó un aporte de 0,6% a la variación mensual.
El capítulo alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 3,2% con respecto a enero, cuando desde julio del año pasado no se observaba una variación mensual superior a 3%. Tanto el conjunto de los alimentos como las bebidas no alcohólicas registraron un incremento promedio de los precios de 3,2% mensual. Entre los alimentos, se destacó el rubro carnes y derivados, con un alza de 7,6%.
Luego se ubicaron los aceites, grasas y manteca (3,3%), azúcar, dulces chocolate, golosinas, etc. (2,1%), pan y cereales (1,6%), leche, productos lácteos y huevos (0,9%). Entre los productos estacionales, el precio de las frutas registró un incremento promedio de 1,4% mensual, y las verduras, tubérculos y legumbres exhibieron una baja de 1,5%.
Como la suba del precio de la carne vacuna había comenzado a finales de enero, el impacto recién se reflejó en la medición de febrero. Entre enero y febrero, el precio de la nalga volvió a ser el que más aumentó (13,6%). Detrás se ubicaron el cuadril (13,1%), la paleta (12,6%), la carne picada común (11,3%) y el asado (9,9%). En tanto, el precio de la caja de hamburguesas congeladas subió 3,5% en el mes. Y el precio del pollo entero registró un incremento de sólo 0,4% mensual.