Una de las preocupaciones del Gobierno a la hora de tomar la decisión de suspender por hasta 30 días la exportación de carne estuvo enfocada en eliminar una de las maniobras claves en el aumento especulativo de precios que no cedió pese a las últimas medidas. El denominado “rulo cárnico” estuvo presente en la reunión del lunes por la noche de las máximas autoridades. Si los funcionarios le encuentran una solución, se podrán resumir las ventas al exterior antes de la fecha pautada, confiaron a El Destape fuentes oficiales.
En febrero, el Ministerio de Agricultura encontró a 15 compañías que intentaban vender 40 toneladas por fuera de los controles del Estado. Compraban a los animales en el Mercado de Liniers a un precio elevado para garantizar su obtención y luego los exportaban irregularmente al dólar contado con liquidación. De esta forma, impulsaban subas significativas en las góndolas y las carnicerías.
Como resultado de distintas investigaciones se había logrado desnudar la operatoria de varias organizaciones que se dedicaban a la exportación de carne y granos con la finalidad de evadir los controles del Estado Nacional. Las mismas generaban un grave perjuicio para las arcas públicas y practicaban competencia desleal sobre el resto de los operadores, que cumplen con la ley. Uno de este grupo llegó a operar por U$S 20 millones, de los cuales no entró un solo billete al país.
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En febrero, el tipo de cambio oficial, por el que debían vender, se ubicaba en los $ 97, mientras que el contado con liquidación se posicionaba en los $ 147. Los exportadores conseguían una ganancia extraordinaria del 52% por la brecha cambiaria con esta operación ilegal denunciada por Agricultura.
Además de la evasión y la violación a la ley penal cambiaria, esta maniobra impacta fuerte en los precios. Por esa razón la respuesta no se limitó a una denuncia penal, sino que se avanzó al ámbito político. Es que aunque se intensificaron los controles en los últimos meses, no se pudo desterrar esta práctica del mercado cárnico.
En este paréntesis de las exportaciones, el Gobierno busca reforzar los controles para cuando reanuden las exportaciones y así evitar la práctica del "rulo" con la carne que, además de su componente especulativo, fogonea el precio interno de la carne. Esta preocupación fue debatida entre el Presidente y el consorcio de exportadores de carne ABC, confiaron a El Destape fuentes presentes en la reunión.
Esto fue confirmado por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien planteó que "ojalá las restricciones sean por menos tiempo. Si los objetivos se cumplen antes del plazo, la idea es levantarlas". El titular de la cartera productiva se refirió a los "desórdenes", al advertir sobre "procesos de evasión" por parte de la industria frigorífica, al tiempo que criticó los aumentos "desmedidos" de la carne. Argumentó que, más allá de los factores estacionales, "en marzo, abril y los primeros días de mayo siguió subiendo".
Kulfas insistió en que el Presidente le indicó a los empresarios del sector que "si las soluciones se encuentran en tres días o una semana, se reabren en una semana (las exportaciones) y aquel que está operando correctamente, en blanco, y liquida sus exportaciones, no va a tener ningún problema".
Aumento en la exportación de carne
El consumo local perdió 19% desde 2015, mientras que lo que creció fue la exportación y en un 297%. Argentina, que en el último año de la administración de Cristina Fernández de Kirchner destinaba al comercio internacional el 7,7% de su producción, para el fin del macrismo derivaba el 21,7% al mercado externo y hoy día el 29,1%.
El gran aumento de las exportaciones respecto a la producción explica la pérdida de consumo de carne en el país, con un impacto menor en el ingreso de divisas. El último dato no resulta menor, ya que el ingreso de dólares del sector en el período 2016-2019 equivale al 3% del total de las ventas interancionales: tan solo U$S 7.400 millones.
Los mercados tradicionales explican la minoría de las ventas. El 75% de las exportaciones van a China, lo que equivale a 109 millones de kilos. Estas crecieron 1.138% desde 2015. Vale la pena aclarar que el precio promedio de venta local ($ 656) resulta 129% superior al de exportación ($ 286), dado se trata de cortes de menor valor.
Es por esto que si se mide en dinero, la participación del gigante asiático se reduce al 60%, aunque se mantiene en primer lugar. De este modo, el país transfiere divisas por U$S 3,34 el kilo, muy por debajo del promedio de U$S 4,20, y aún menor a los U$S 8,60 de Alemania.
Las ventas a China compiten con el consumo local. De hecho, la pérdida de consumo de las familias argentinas es prácticamente igual al volumen de exportaciones a china, que se hace a precios más bajos.