Canasta básica de julio: cuánto aumentó

Una familia tipo necesitó casi 250.000 pesos para no ser pobre y 111.000 pesos para no ser indigente. El impacto que puede preverse por las medidas sobre el dólar de esta semana.

17 de agosto, 2023 | 20.29

La canasta básica, tanto alimentaria como total, aumentó un 7,1% en julio, acelerándose respecto al mes previo, aunque con una cifra que será sin dudas menor a la que sobrevendrá en agosto luego del impacto de la última devaluación sobre el dólar y que el Gobierno buscará contener con la renovación de los acuerdos de precios.

El costo de la canasta básica total (CBT), que además de alimentos mide precio de la indumentaria, transporte y servicios, marcó que una familia de cuatro personas necesitó contar con ingresos por $248.962 para no caer debajo de la línea de la pobreza, reveló este jueves el Indec.

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En tanto, el mismo grupo familiar necesitó $111.642 para no caer en la indigencia, que toma como referencia el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA).

De este modo, ambas canastas se aceleraron en julio. Mientras que la total creció 0,4 puntos porcentuales más que en junio, la suba fue mucho mayor, de 1,9 puntos, en el caso de la alimentaria. 

Se trató de un aumento incluso mayor al de los alimentos y bebidas del IPC que el propio Indec dio a conocer el martes pasado, de 5,8%. Es decir, los alimentos básicos subieron en precio más que la canasta de alimentos en general, por encima, de hecho, del promedio inflacionario del mes pasado, de 6,3%.

En el mismo sentido, en lo que va del año la CBA subió 66%, tres puntos más que la CBT, mientras que en el último año lo hizo dos puntos por encima, con un 125,7%.

Estas cifras impactarán directamente en la incidencia de la pobreza. Según un relevamiento de la Universidad Torcuato Di Tella, esta creció consistentemente desde mayo de 2022, al inicio de la aceleración inflacionaria, hasta alcanzar un 42% en el promedio del semestre que va de febrero a julio de este año. La última medición oficial del Indec, para el segundo semestre de 2022, había arrojado un nivel de 39,2%.

Sin embargo, es probable que, dado el mayor crecimiento de la canasta básica alimentaria, la indigencia se haya acelerado todavía más. La última medición del Indec mostró una incidencia del 8,1% para quienes no llegan a cubrir la canasta básica alimentaria mensual.

El impacto de las medidas post PASO

En cualquier caso, al igual que ocurrió con el IPC de julio, publicado el martes pasado, el relevamiento de la CBT y la CBA ya quedó viejo, en tanto se da por descontado que agosto, al igual que septiembre, verán una aceleración inflacionaria en todos los rubros debido al impacto de la devaluación del 22% que aplicó el Gobierno el último lunes.

Pese a la suba de la tasa de interés como intento de contener el traslado a precios de la suba del dólar, varias consultoras, entre ellas LCG y C&T, ya dan por sentado que la inflación de este mes y del próximo serán de dos dígitos, y que podría totalizar un 25% en el bimestre.

Esto incluirá, evidentemente, al rubro de los alimentos. De hecho, algunas grandes empresas ya habían adelantado a los supermercados listas con remarcaciones por encima del 10% de la semana pasada al lunes, previo a la suba del tipo de cambio.

Sin embargo, el impacto final de la devaluación oficial en el precio de los alimentos también estará atado al éxito o no de la implementación de los nuevos acuerdos de precios por parte del Ministerio de Economía

Hasta ahora, los acuerdos de hecho para los bienes de consumo masivo entre el Gobierno, las empresas proveedoras y los supermercados establecieron un 5% de aumento para agosto, septiembre y octubre, mientras que en el sector supermercadista afirman que rechazaron las listas con aumentos por encima de esa cifra.

Al mismo tiempo, se acordaron subas mensuales, también entre agosto y octubre, de un 6,4% en el fideicomiso de aceite y de un 6% en el fideicomiso de harina, mientras que se puso un freno a la exportación de la carne para evitar que tenga impacto en los precios del mercado interno.

Por supuesto, ello no implica que vaya a morigerarse el impacto inflacionario en los alimentos y productos de consumo masivo que están por fuera del acuerdo de Precios Justos, sobre todo teniendo en cuenta que la evolución del precio de los alimentos está más atado al dólar oficial que al blue y que buena parte de los sectores medio-bajos realizan sus compras en comercios de proximidad, en donde el alcance del programa de precios es más limitado.