Las cantidades liquidadas en el mercado de la soja, así como en el de trigo, apenas cambiaron en la primera semana luego de la devaluación del dólar tras las PASO de estas elecciones 2023, mientras en el sector señalaron que los productores todavía especulan con nuevos movimientos en el tipo de cambio.
El 14 de agosto, la mañana post elecciones, el Banco Central devaluó un 22% el dólar mayorista, que pasó así de 287 a 350 pesos. El plan oficial, según dijo el propio ministro de Economía, Sergio Massa, fue terminar temporalmente con el crawling peg -las devaluaciones diarias- para mantener ese tipo de cambio fijado hasta al menos fin de octubre.
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De este modo, los productores y empresas de todo el sector vieron una súbita mejora en su precio de liquidación, ya que el nuevo dólar mayorista quedó incluso por encima del dólar agro, establecido en 340 pesos hasta el 31 de agosto para el maíz y las economías regionales. El beneficio para la soja es todavía mayor, ya que este último dólar agro no la incluyó y, por lo tanto, el impacto de la devaluación fue más grande.
Sin embargo, la liquidación en las cinco jornadas completas que hubo tras la suba del dólar fue apenas mayor que en las semanas previas a la devaluación. En el caso de la soja, fue de 15.750 toneladas diarias en promedio entre el lunes 14 y el viernes 19 de agosto. Para el martes 15, la cifra oficial indica una impresionante cifra de más de 111.000 toneladas, pero según diversos operadores del sector se trató de un error de carga en el sistema.
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Si bien estas cifras son sustancialmente mayores que las de la semana previa, son similares a las de la primera semana de agosto o la tercera semana de julio, cuando el sector sojero tenía un tipo de cambio menos favorable. Esto a pesar de que la devaluación generó un salto en el precio de la soja de los 100.000 a los 125.000 pesos por tonelada.
Otros complejos, como el girasol, el maíz, el sorgo o la cebada, fueron incluidas en el dólar agro a 340 pesos y, por lo tanto, tuvieron un pico de liquidación en las dos semanas posteriores al lanzamiento aquella medida durante la cuarta semana de julio.
Pero la misma situación de la soja se verifica con el trigo, también excluido del último dólar agro. Este cereal en versión "fábrica" liquidó un promedio de casi 13.000 toneladas diarias durante la semana pasada post devaluación, mientras que la semana anterior al salto cambiario la liquidación había sido de unas 16.000 toneladas por día.
La especulación del campo con un nuevo tipo de cambio
En el propio campo admitieron que la liquidación post devaluación no fue significativamente mayor. Por un lado, explicaron que ya hubo una importante comercialización de soja durante el Programa de Incremento Exportador (PIE) III, por lo que en el escenario de sequía queda poco para vender. También señalaron que al productor no le sirve obtener pesos que no puede utilizar para la compra de maquinaria, escasa por los límites a las importaciones.
Aun así, la principal razón que adujeron en el sector agro es que ello obedece a una especulación de precios en el contexto de la convulsionada macroeconomía. "Si esto no desencadenó un gran volumen de venta es porque el productor que ya embolsó está esperando que se aclare un poquito el panorama", afirmó un analista agrario que prefirió hablar en off.
En el mismo sentido, un importante dirigente cerealero, que tampoco quiso dar su nombre, afirmó a El Destape que "cuando hay un movimiento muy brusco del tipo de cambio financiero y el blue, el productor para porque dice: '¿Por qué voy a vender la soja ahora si esto puede estar mejor más adelante?'". "Lamentablemente esta devaluación se voló y se disipó en 24 horas", admitió.
De hecho, a inicios de agosto había todavía unas 10 millones de toneladas de soja en stock a liquidar. Actualmente, el complejo sojero estima que quedan 8 millones y que hubo ventas totales por 400 mil toneladas desde la devaluación. Es decir, durante las dos primeras semanas de agosto se habrían liquidado, en cada una, el doble de toneladas que luego del salto cambiario a un tipo más favorable.
La especulación se verifica con el aumento de la brecha. Mientras que el día de la devaluación la diferencia con el blue bajó a 84%, luego rebotó para llegar este martes al 105%. Del mismo modo, la brecha con el MEP pasó del 74% al 89% y la del CCL del 84% al 112%.