¿Nueva sequía? El campo enfrentará otro "Efecto Niña" aunque se esperan buenas lluvias para el trigo

Según la Bolsa de Comercio de Rosario y el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN) existe un 70% de probabilidades de contar con un “efecto niña”. Sin embargo, se esperan buenas lluvias impulsadas desde el océano pacífico. 

15 de junio, 2024 | 15.28

El Gobierno debería estar mirando con mucha atención la evolución climatológica de cara a los próximos meses y el inicio de la cosecha fina para el trigo. Todo esto tiene un porqué. El Poder Ejecutivo sigue dependiendo, casi exclusivamente, de los dólares que puedan llegar del sector agroexportador. De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario y el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN) existe un 70% de probabilidades de contar con un “Efecto Niña” sobre algunas regiones del campo argentino.



El efecto niña no son sinónimo directo de “sequía” pero sí una suerte de advertencia para que las autoridades nacionales no dejen de monitorear la situación. “El pronóstico del ENOS para el próximo trimestre (julio – septiembre de 2024) prevé alrededor de 70% probabilidades de condiciones de La Niña y 30% de condiciones Neutrales”, indicaron desde el CIIFEN. La Bolsa de Comercio de Rosario había estimado una probabilidad del 77% en marzo, luego morigerada al 70%.

El efecto niña ocurrirá sí o sí. Sin embargo, este suceso no es sinónimo de sequía directa. “Los pronósticos de precipitación para el trimestre julio – septiembre de 2024 indican valores por encima de lo normal en Centroamérica y parte del norte de Sudamérica, y condiciones por debajo de lo normal en casi todas las demás regiones de Sudamérica”, agregaron desde el CIIFEN.

En este escenario climatológico, la BCR prevé un efecto niña para octubre pero que será atemperado por las condiciones climáticas del océano Índico. “Hay razones para descartar que se produzca una sequía profunda como la que diezmó la cosecha argentina en el ciclo 2022/23 porque aumentan las probabilidades de contar con lluvias casi normales en un momento clave del trigo —en el periodo crítico— entre octubre y noviembre”, puede leerse en un informe de la BCR publicado en mayo de este año.

El océano índico jugaría a favor del país. “El Dipolo del Océano Índico es un fenómeno acoplado océano/atmósfera que se produce en el Océano Índico Ecuatorial. La intensidad es representada a través de un índice que es la diferencia de anomalías de temperatura del agua del mar entre el oeste y el este. Esa diferencia determina si está en fase positiva o negativa”, explicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

Cuando ocurrió la sequía 2022-2023, se había producido una “Niña moderada acoplada con el Indico, sumado a que veníamos sin reservas de agua en el suelo”. Para esta campaña, la situación sería diferente.

“Se espera que el índice del Dipolo índico esté en fase neutral entre septiembre y octubre, anulando su acople con la Niña. De esta manera, aumenta la probabilidad de contar con lluvias casi normales entre octubre y noviembre”, explicó Alfredo Elorriaga, consultor de GEA / BCR.

“En este ciclo, más allá de la proyección Niña, hay factores que van a favor de un ciclo exitoso de trigo. Y sí, se pude ser optimista para este ciclo que está empezando. Al análisis de lo que se espera en clima, se suman los mapas de anomalía de reservas de agua en el suelo, mostrando que lejos del peor escenario de siembra de un año atrás, las condiciones con la que comienza el ciclo de trigo 2024/25 incluso son mejores que en el 2021/22”, concluye el informe del BCR publicado el pasado 15 de mayo.

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