Este martes habrá sendas reuniones entre funcionarios del equipo económico y representantes del sector alimenticio y de productos de primera necesidad. Por un lado, los ministros de Economía, Martín Guzmán; y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, recibirán a empresarios del campo para alcanzar un acuerdo de precios, mientras que el titular de la cartera de Agricultura, Julián Domínguez, recibirá a la cadena de producción y comercialización de trigo y maíz.
En esta última se avanzará sobre la idea de conformar un fideicomiso para desacoplar precios internos y externos, a través de subsidios cruzados desde los exportadores a los productores para abaratar estos insumos clave para la fabricación de harinas, fideos, forraje para carne vacuna y aviar. Desde el sector empresario anticiparon el rechazo a la propuesta. Desde el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) irán con el pedido de que se apliquen subsidios directos desde el Estado con lo recaudado por los derechos de exportación, mayor acceso al mercado de futuros y que se eliminen los cupos a las ventas externas.
"El abastecimiento ya lo tienen asegurado por la Resolución 276/21 del Ministerio de Agricultura así como con las retenciones actuales y el tipo de cambio negativo que generan un desacople significativo con el precio internacional. Con ese mecanismo y aplicando actualizaciones de precios para harina, fideos y pollo que sigan la inflación, es suficiente la intervención", señala un documento interno del CAA con los pedidos que presentará a Domínguez esta tarde y al que accedió El Destape.
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El grupo de lobby del sector se prepara a lo que será una dura discusión por establecer un coto a la suba de precios de los alimentos, un punto que es apoyado por el staff del Fondo Monetario y hace a la negociación misma con el organismo multilateral de crédito. En los próximos días el Ministerio de Agricultura publicará los volúmenes de equilibrio para cumplimentar la demanda del mercado argentino correspondientes a trigo y maíz, en el marco del régimen creado por la ley 21.453, a través de la Resolución 276/2021 que cita el CAA.
Con esa información, Domínguez convocará a un consejo consultivo integrado por las mesas sectoriales de las cadenas de los productos de origen agrícola correspondientes, a los efectos de recibir los aportes del sector. Lo que quedó fijado es que las declaraciones juradas de exportación no podrán exceder, en su conjunto, los volúmenes de equilibrio que publique Agricultura, con un margen adicional de hasta 4 por ciento para operaciones por cantidades no significativas, tanto de peso como de volumen.
Sin margen para subir retenciones, tanto por la negativa de la oposición a aprobar el Presupuesto 2022 como por la correlación de fuerzas en el Congreso, donde incluso se habla de reducir o eliminar impuestos, la única herramienta a mano del Gobierno son los fideicomisos y los cupos. Los agroexportadores rechazan cualquier tipo de intervención e incluso van por más. No sólo piden la eliminación de cualquier tipo de intervención sino que el Estado se haga cargo de los desfasajes de precios internos y externos, en momentos en que el trigo y el maíz evidencian cosechas récords y cotizaciones internacionales en sus máximos históricos.
En el encuentro de este martes estarán representantes de las cadenas de maíz, trigo, harineros, avícolas, entidades de productores, corredores y feed lot. "Las Mesas Intersectoriales de Maíz y Trigo desean reiterar su vocación de trabajo para evitar medidas intervencionistas o distorsivas en los mercados de producción, consumo y exportación. Por ello, analizado la propuesta del Gobierno de promover la constitución de un fideicomiso para subsidiar la harina de trigo, fideos secos y pollo, se acordó expresar el rechazo a mecanismos de esta naturaleza", anticipa en el documento interno la postura del sector. .
El Consejo Agroindustrial se desmarca de la suba de precios internos, aduciendo que la inflación excede al precio de los productos primarios. "Las Mesas cuestionan la política de precios que está llevando a cabo la Secretaria de Comercio que autoriza ajustes de precios siempre por debajo del aumento de los costos de producción y de la inflación anual", critica el área más dura del sector, el cual anticipa que "cualquier compensación económica no logrará ser trasladada al precio del pan o del pollo en góndola, dado que estos subsidios irán asignados a un eslabón de la cadena que sólo garantiza precios salida de fábrica, pero no precios al consumidor, donde otros costos juegan un rol central".
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También rechazan que exista problemas de abastecimiento del mercado nacional. Finalmente, el sector promueve que "el Estado aplique una porción de los ingresos fiscales que aporta el sector agro para atender la demanda o el abastecimiento final para lograr un efecto precio". "En caso que algún abastecedor tenga problemas de capital de trabajo para adquirir trigo o maíz pueden apelar a MATBA ROFEX que han desarrollado este año, opciones para esas empresas", agrega el documento del grupo que nuclea a las entidades empresarias.
También recomienda "retomar la tarjeta alimentaria para las poblaciones vulnerables de la Argentina donde se le otorga un monto mensual determinado para cubrir la compra de la canasta básica", sin explicar demasiado cuál es el efecto en precios de esta medida y que involucre en la decisión al sector empresario. "Las Mesas Intersectoriales promueven la búsqueda de consensos y soluciones que potencien las condiciones de producción y comercialización, generando más producción, para asegurar el abasteciendo y mayores ingresos de divisas al país, más empleo y más crecimiento", concluye el CAA.