Acceso a la tierra: demora en una ley clave para desmonopolizar y abaratar los alimentos

La propuesta para que las familias pequeño productoras dejen de estar sujetas a la especulación agropecuaria. La UTT la reclama como una herramienta clave para proveer de alimentos masivos a precios accesibles.

31 de octubre, 2021 | 00.05

Pasó sin más otro año más en el que el Congreso no trató la ley de acceso a la tierra. La propuesta para que las familias pequeño productoras dejen de estar sujetas a la especulación agropecuaria es blandida por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) como clave para combatir los abusos de precios. Va a contribuir para “poder garantizar alimentos sanos y económicos a la población”, valoraron.

Durante cuatro días acampó la organización frente al parlamento nacional para exigir avances en el tratamiento del proyecto y en otras 17 jurisdicciones del país. Había sido presentado por tercera vez el 22 de octubre de 2020 en una audiencia junto a los entonces ministros de Agricultura Luis Basterra, de Desarrollo Social Daniel Arroyo y la vicepresidenta del bloque de diputados del Frente de Todos Cecilia Moreau.

La iniciativa propone crear una línea de créditos blandos para que los productores puedan comprar la tierra sobre la que trabajan. Esto les permitiría mejorar la escala y generar procesos de recuperación y regeneración del suelo de manera sostenida.

“En este momento mientras las corporaciones alimenticias quieren desabastecer y seguir hambreando al pueblo, necesitamos más que nunca medidas concretas para poder acceder al alimento a través de precios justos, y para eso es fundamental bajar y controlar los precios de la canasta alimentaria. Una de las políticas públicas reales que nosotras y nosotros proponemos es el acceso a la tierra a través de esta ley para que las familias productoras puedan acercar alimento más económico y saludable para todos los argentinos y argentinas”, expresó Rosalía Pellegrini, vocera de la UTT.

“Si bien las exportaciones son necesarias, tenemos que promover otro modelo de un campo que alimente, somos miles de campesinos, cooperativas agrarias y pequeños y medianos productores que proponemos un modelo sustentable a través de la agroecología y la democratización de la tierra, para lograr la soberanía alimentaria en nuestro país”, criticó Zulma Molloja, también vocera del gremio.

En Argentina, sólo el 13% de la tierra se encuentra en manos de pequeños productores que, en tanto, generan más del 60% de alimentos que circulan en el mercado interno. En contraparte, el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada. “El proyecto de ley propone un sistema de créditos blandos estilo PROCREAR pero para el sector rural con el cual las familias pequeñas productoras puedan acceder a tierras para producir alimentos de un modo sustentable y habitar en una vivienda digna”, explicó también desde la UTT Lucas Tedesco.

“Destinar la plata que gastan en el alquiler para hacerse de las tierras que trabajan, de las cuales no son dueñas”, agregó a El Destape Agustín Suárez, referente nacional del organismo. “No se está pidiendo nada regalado, ni que entierren tierras ociosas, aunque tampoco estaría mal. Sino, principalmente, poder adquirir las tierras donde producen y viven para mejorar sus condiciones, que son muy muy precarias, y abaratar los costos de producción”, precisó.

Esto, explican, trae un cuidado indirecto sobre los precios de los alimentos, dado que se abaratarían los costos. Esto, sin dudas, influiría en las góndolas. “Va a servir para poder garantizar alimentos sanos y a precios económicos a la población, como impacto directo a nivel social, y en el plano del sector, mejorará radicalmente las condiciones de vida de las familias pequeño productoras de todo el país”, aseguró Suárez.

Contra Monsanto

Mujeres de la UTT se manifiestan en la misma semana en la entrada de la planta que la trasnacional Bayer-Monsanto tiene en la ciudad de Zarate. “Queremos desenmascarar la mentira de que estas empresas están al servicio del modelo de producción de alimentos”, esgrimió Pellegrini, también secretaria de Genero de la organización.

En el marco del Encuentro Nacional de Mujeres llevado del gremio, trabajadoras de la tierra, campesinas y productoras rurales realizaron una protesta a la planta de semillas transgénicas que la corporación como forma de reclamo por la ley de acceso a la tierra y la soberanía alimentaria. “Nosotras las mujeres insistimos que para tener verdadera Soberanía Alimentaria necesitamos un modelo con Agroecología, con participación de las mujeres en cómo producir la comida que se pone en la mesa de las familias argentinas y por eso queremos desenmascarar esta mentira de que estas empresas como Monsanto-Bayer o Syngenta, están al servicio del modelo de producción de alimentos”, advirtió.

En Argentina, el 36% del suelo sufre procesos de erosión, aproximadamente 100 millones de hectáreas distribuidas en diferentes áreas agrícolas. El principal origen radica en el monocultivo, el desmonte, el sobrepastoreo y los cambios de uso de suelo, que se condice con una importante reducción de la superficie de monte nativo por la expansión de la frontera agropecuaria bajo el modelo del agronegocio.

El modelo productivo está basado en la utilización de agrotóxicos e insumos para la producción con semillas modificadas genéticamente, herbicidas, fertilizantes sintéticos. La trasnacional norteamericana Bayer-Monsanto controla gran parte de la producción de semillas y agroquímicos que se utiliza para la producción de alimentos. “Concentrando estos recursos, condiciona la forma de producir”, criticaron desde la UTT.

Los Trabajadores de la Tierra enfatizaron que, mientras una buena parte de la población tiene comprometida su nutrición adecuada y otra buena parte debe gastar casi la totalidad del salario en alimentos, la contracara son un puñado de corporaciones monopólicas que concentran el 80% de las marcas de las góndolas y tienen rentabilidades extraordinarias. “Este modelo agroalimentario no da para más”, enfatizaron.