Japón ha establecido un objetivo ambicioso de energía renovable para 2030, mientras busca abordar el cambio climático y lograr su objetivo de neutralidad en carbono para 2050.
Según el plan, presentado en julio y aprobado por el gabinete el viernes, las energías renovables deberían representar entre el 36% y el 38% de las fuentes de alimentación en 2030, el doble del nivel de 2019 y muy por encima de su objetivo anterior de 22-24%.
En abril, Japón elevó su objetivo para 2030 de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al 46% desde el 26% frente a los niveles de 2013, respondiendo a la presión de Estados Unidos cuando los líderes mundiales se reunieron para una cumbre climática organizada por el presidente Joe Biden.
Los líderes del G20 se reunirán en Glasgow este mes para discutir los recortes de emisiones que, según los científicos, son necesarios para limitar el calentamiento global a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales.
En energía verde, Japón apuntará a que el 14-16% del total provenga de la energía solar, el 5% de la eólica, el 1% de la geotérmica el 11% de la hidroeléctrica y el 5% de la biomasa.
Pero el objetivo nuclear de Japón se mantuvo sin cambios en 20-22%, a pesar de que el país lucha por devolver la industria a su antiguo papel central después del desastre de Fukushima en 2011.
Para cumplir con el objetivo, será necesario reiniciar unos 30 reactores, de solo ocho que funcionan ahora. El país tenía 54 reactores operables anteriormente.
"El objetivo 2050 y el objetivo 2030 de reducir las emisiones en un 46% son decisiones correctas, ya que finalmente llevaron a Japón a los estándares globales", dijo Takeo Kikkawa, vicepresidente de la Universidad Internacional de Japón.
"Pero Japón probablemente no alcanzará el objetivo de 2030, ya que las energías renovables solo podrían alcanzar el 30% debido a la falta de sitios solares adecuados y la energía nuclear podría aumentar solo hasta un 15% con unos 20 reactores en funcionamiento", agregó Kikkawa, también asesor del gobierno sobre política energética.
El uso de carbón, el combustible fósil más sucio, se reducirá al 19% desde un objetivo anterior del 26%, mientras que el gas natural licuado (GNL) bajará al 20% del 27% y el petróleo se reducirá al 2% desde 3 %.
Japón revisa su plan energético básico una vez cada tres o cuatro años.
Con información de Reuters