El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, eligió a la ex mandataria Dilma Rousseff como nueva presidenta del banco de fomento de los BRICS, foro que Brasil integra junto con Rusia, India, China y Sudáfrica. "Si depende de mí, ella será la nueva presidenta" del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS, dijo Lula en una entrevista con el canal CNN Brasil, en la que aseguró que la ex mandataria -destituida en 2016 por presuntos manejos irregulares de los presupuestos que nunca fueron comprobados y en un juicio político que la izquierda en Brasil y América Latina calificó como un golpe parlamentario- "es una persona muy competente técnicamente".
No es un dato menor, teniendo en cuenta que hace unas semanas el presidente Alberto Fernández hizo el pedido formal de ingreso a los BRICS a su par chino, quien tiene la presidencia pro témpore. El pedido de ingreso de Argentina coincidió con un momento en el que el organismo está tratando de salir de un esquema más flexible para lograr mayores niveles de institucionalidad. Ese escenario deja la postulación que hizo Alberto con varias dudas sobre los tiempos que tomará el proceso y sobre posibles estándares a alcanzar o sostener una vez que sea miembro.
El Banco de Fomento de Inversión se creó en 2014, precisamente con Rousseff en la Presidencia de Brasil, en la que sucedió a Lula en 2011 y de la que fue desalojada en 2016 por un juicio de destitución promovido por la oposición. Los BRICS aportaron al banco un desembolso inicial de 50.000 millones de dólares, de los que cada país aportará una quinta parte, mientras que el fondo estará dotado con 100.000 millones de dólares, de los que China aportó 1.000 millones de dólares; Rusia, Brasil e India 18.000 millones cada uno y Sudáfrica los 5.000 millones restantes.
La institución financiera de los BRICS tiene sede en Shanghai y actualmente está presidida por el diplomático brasileño Marcos Troyjo, quien asumió en 2020 y cuyo mandato acaba en 2025. Sin embargo, Troyjo, cuya candidatura fue impulsada por el ahora ex presidente brasileño Jair Bolsonaro, habría manifestado su deseo de renunciar al cargo para incorporarse al gobierno regional de San Pablo, encabezado por el bolsonarista Tarcísio Gomes de Freitas.
Lula tiene prevista una visita oficial a Beijing a fines de marzo próximo y sugirió en la entrevista que sería una oportunidad propicia para proponer formalmente a Rousseff como presidenta del NBD. La institución, con un capital de 100.000 millones de dólares, está volcada a la financiación de proyectos de infraestructura en sus cinco miembros, pero también apoya a países en desarrollo, como Bangladesh, Egipto y Uruguay, admitidos como socios del banco en 2021.
Argentina también solicitó, con apoyo de China, ingresar a este cónclave de países. "Como parte de estos organismos del orden internacional emergente, BRICS es un mecanismo de coordinación entre socios y eso implica mucha mayor flexibilidad en la toma de decisiones y también mayor incertidumbre respecto a cómo son los procesos", analizó en diálogo con El Destape el Doctor en Estudios Internacionales de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) de la Johns Hopkins University, Mariano Turzi.
Sin embargo, ese carácter más "flexible" fue puesto en discusión en la última cumbre que se hizo en junio de este año y que reunió a los países miembros. Muestra de ello es el punto 73 del documento final que dice: "Apoyamos la promoción de discusiones entre los miembros de BRICS sobre el proceso de expansión de BRICS. Hicimos hincapié en la necesidad de aclarar los principios rectores, estándares, criterios y procedimientos para este proceso de expansión a través del canal sherpas sobre la base de una consulta completa".
La vuelta de Lula en la Brasil y Dilma en el banco de fomento de los BRICS es una ventana de oportunidad amplia que se le abre a la Argentina.