Finalmente, Argentina logró ingresar a los Brics junto con otros cinco nuevos países luego de 48 horas de negociaciones frenéticas entre los miembros del bloque y con el apoyo clave de Brasil, luego que se diera por caída esa posibilidad en la previa de la cumbre que se desarrolló en Sudáfrica.
A inicios de esta semana parecía evidente que el Gobierno no lograría el objetivo que se había pautado hace más de dos años y que había llevado a la Cancillería a realizar innumerables gestiones con Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
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El problema surgía de parte del mismo gobierno sudafricano, anfitrión de la cumbre realizada entre miércoles y jueves en Johannesburgo, que se negó a incluir en la agenda el tratamiento de la ampliación del bloque pese a la postura favorable de los demás países.
Es por ello que Alberto Fernández no viajó a la cumbre, como tenía previsto inicialmente, pero tampoco lo hicieron los demás mandatarios de los otros cinco países que finalmente ingresaron junto con Argentina: Arabia Saudita, Irán, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y Egipto. Recién luego de confirmada la ampliación el Presidente habló por videoconferencia con sus pares reunidos en Sudáfrica, un día después de que lo hiciera el canciller, Santiago Cafiero.
Aun así, en el Gobierno aseguran que nunca dieron por caído el posible ingreso. El giro se produjo finalmente el miércoles por la noche, cuando, por presión de Brasil, China e India, se incluyó en el temario no solo la discusión de un mecanismo para ampliar el bloque, sino directamente la ampliación misma.
La lista final de los nuevos países miembro se terminó por definir a último momento casi como en un "cierre de listas", reconocen fuentes de Cancillería con las que habló El Destape. La prueba es que al final no se produjo el ingreso de Indonesia, que había sido mencionada en un comienzo, pero sí el de Etiopía, que al principio parecía fuera.
Las fuentes agregaron que Argentina logró quedar en la lista gracias al fuerte impulso de Brasil, y personalmente de su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, aliado estratégico de Alberto Fernández desde su reasunción en enero pasado. También hubo un apoyo directo de China, segundo socio comercial argentino, y de la India. Rusia, en este caso, mantuvo una postura neutral.
De cualquier forma, en Cancillería remarcaron que el ingreso de Argentina estaba asegurado y que la discusión solo era cuándo, ya que los cinco países miembro, incluyendo a Moscú y al gobierno sudafricano, estaban de acuerdo gracias a las gestiones que Cafiero y los embajadores respectivos habían realizado en los últimos años.
El ingreso al BRICS y la oposición
Fue justo a tiempo, a menos de dos meses de las elecciones 2023 de octubre. El ingreso formal, sin embargo, se producirá recién el 1° de enero, ya con un nuevo presidente en funciones. En el Gobierno resaltan que la aprobación del ingreso argentino ya está completada.
Igualmente, admiten que, en caso de victoria de Javier Milei (La Libertad Avanza) o de Patricia Bullrich (JxC), con postura en contra de permanecer en el bloque, la reversión no sería difícil y necesitaría solo de la presentación de una carta formal, debido a que el Brics en verdad no constituye un organismo formal con obligaciones económicas sino simplemente un "mecanismo", con reglas más blandas.
De todos modos, creen que, ante las necesidades económicas, prevalecerá el pragmatismo y que, en todo caso, en ese escenario eventual lo más probable es que las actuales fuerzas opositoras desactiven la participación no yendo a las reuniones, sin salir formalmente del bloque, tal como ocurrió en su momento con el Prosur.
Los números económicos del Brics
La oposición de Sudáfrica a la ampliación del Brics se entiende por motivos geopolíticos, que no quería quedar comprometida entre Rusia y su importante relación comercial con la Unión Europea, según creen en el Gobierno argentino. Aun así, la realidad es que los nuevos seis países ingresarán como miembros plenos, por lo que el papel sudafricano también quedará relegado: pasará de ser la quinta a ser la octava economía del bloque en términos de PBI, luego de Arabia Saudita, Irán y Argentina.
Al contrario, para Argentina la oportunidad comercial es enorme. Las exportaciones con los cinco países miembro actuales llega al 29% del total nacional (casi 26.000 millones de dólares), cifra que trepa al 33% con los nuevos seis socios. Del mismo modo, las importaciones desde los Brics originales alcanza al 44% (35.600 millones de dólares), que trepa al 47% en el BRICS+6.
En ese sentido, tres de los cinco primeros socios comerciales argentinos -Brasil, China e India- son mercados Brics, y estos tres países son los socios principales de 16 de las 24 provincias.
Los beneficios económicos se potenciarán por el ingreso de Argentina al Nuevo Banco de Desarrollo creado por el bloque. Las repercusiones serán inmediatas. En este nuevo escenario, el Gobierno ya da por asegurado que el lunes próximo, durante su viaje a Brasil, el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, oficializará la financiación de las importaciones en reales, luego del intento fallido de Alberto Fernández en junio, y dará así un importante paso a la desdolarización del comercio exterior.