Brasil registró deflación del 0,08% en junio de 2023, con lo cual la inflación acumulada en 12 meses alcanzó 3,16%, según datos difundidos hoy por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, oficial).
El IBGE informó que el Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) tuvo en junio la variación más baja para el mes desde 2017, cuando también había caído un 0,23%.
En mayo último, la inflación había sido de 0,23% y en el acumulado del año el aumento del índice de precios tiene una suba del 2,87%.
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El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva reclamó al Banco Central la reducción de la tasa de interés del 13,75% al considerar que está sobrevaluada frente a la meta de inflación, que es de 3,25% anual con un espacio hasta 4,75%.
Cuatro de los nueve grupos que analiza el IBGE para conformar el índice IPCA cayeron en junio, empujados a la baja especialmente por los grupos alimentos y bebidas (-0,66%) y transporte (-0,41%).
La caída de los precios de estos dos grupos fue lo que más contribuyó a este resultado de deflación en junio, explicó André Almeida, analista del IBGE, que divulgó los resultados.
El gobierno de Lula determinó en junio el retorno de los stocks y acopios de alimentos por parte de la estatal Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) para regular el precio de la canasta básica.
Y a la vez el Congreso dio media sanción a la reforma tributaria la semana pasada, que apunta a eliminar el IVA de los alimentos de la canasta básica de las familias.
El principal rubro deflacionario fue el aceite de soja (-8,96%), que cayó ante la reducción de los precios de los granos y otros commodities alimenticios.
Estos productos básicos son insumos para la alimentación animal y un precio más bajo ayuda a reducir los costos de producción.
En el caso de la leche, también hay mayor oferta en el mercado, según Almeida.
El IBGE apuntó como determinantes la caída del precio de la fruta (-3,38%), la leche de larga vida (-2,68%) y la carne (-2,10%), además de la caída del precio de los combustibles determinada por la estatal Petrobras.
La caída del precio de la carne vacuna fue una de las promesas de la campaña electoral de 2022 de Lula.
En la otra punta, las tarifas aéreas aumentaron 10,9%.
El IBGE destacó también que cayó el precio de los autos nuevos (-2,76%), incentivados por el plan de gobierno de subsidiar la venta de vehículos más populares, camiones y autobuses.
La caída de la inflación no alteró para el mercado financiero la proyección de un aumento de 2,19% del Producto Bruto Interno (PBI), contra el 1% previsto por el Fondo Monetario Internacional (FMI), según el boletín Focus divulgado el lunes por el Banco Central.
Con información de Télam