La restricción externa de dólares de la Argentina podría ser la carta bajo la manga del equipo económico que encabeza el ministro Sergio Massa en el intercambio de propuestas y exigencias que se planteen con sus pares brasileños. La posibilidad de activar el uso de monedas locales (pesos contra reales) para las operaciones de comercio exterior permitiría no solo aliviar la presión de la falta de dólares en las reservas sino destrabar muchas compras argentinas al país vecino interrumpidas por la falta de divisas.
Al igual que cerró con China, con la activación del swap (intercambio) de monedas para cubrir el déficit comercial con el gigante asiático, se buscará darle impulso al sistema de pagos transfronterizo bilateral con Brasil. En el actual esquema de financiamiento será clave también el regreso internacional del Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES), luego de haber alcanzado un acuerdo con el Banco Popular de China, y quedara atrás las salpicaduras de la denuncia de corrupción conocido el como el caso de “Lava Jato”.
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La administración del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, está promoviendo el regreso del banco estatal de desarrollo y para la Argentina podría convertirse en la cristalización del financiamiento al Gasoducto Néstor Kirchner. La secretara de Energía, Flavia Royón, había anunciado a fin del año pasado que para el “segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner, se obtuvo financiamiento por 689 millones de dólares del BNDES y de 540 millones del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF)”.
De acuerdo con los cálculos oficiales, la obra permitiría proyectar un ahorro 20 millones de dólares por día, con lo que la inversión se podrá recuperar en un año.
Autos y electrónicos
Los industriales brasileños comenzaron a sobre-stockearse de insumos y maquinarias que tienen como destino la Argentina, que redujo sus compras al país vecino ante la falta de dólares. La Argentina y Brasil tienen una producción complementaria. El mejor ejemplo es la industria automotriz, pero hay un estado de alerta en el sector a causa del desorden en materia de importaciones argentinas que llevan a trabas, demoras, impedimentos y cantidad de regulaciones que dificultan las compras externas.
“Hay problemas con las importaciones que bajan de Brasil y eso impulsa la búsqueda de soluciones. El problema es la falta de dólares”, explicó una directiva de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA). En este sector, el sistema SML (sistema de pago de comercio exterior con monedas locales) no está siendo difundido entre las grandes empresas. “Las necesidades de financiamiento ‘inter-company” se siguen haciendo en dólares”, explicó a El Destape la fuente empresaria. “Es la misma complejidad que tienen todos por el tema dólar”, agregó la directiva.
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El SML se aplica a las operaciones relativas al comercio exterior de bienes y servicios conexos, que se documenten en la moneda local de la parte exportadora (en el caso de Brasil operaciones hasta 360 días). También se pueden cursar pagos de jubilaciones y otros beneficios previsionales cuando exista un acuerdo bilateral suscripto entre las instituciones previsionales de los países. “Se supone que van a discutir la ampliación de ese mecanismo. No nos dijeron nada pero estimo que es para hacer el intercambio usando reales”, detalló la directiva de la asociación automotriz.
Esto aliviará la exigencia de reservas, en momentos en que el Banco Central se encuentra con escaso nivel de divisas de libre disponibilidad. En las últimas horas, el Ministerio de Economía y el Palacio del Planalto en Brasil intensificaron las negociaciones, en la previa del viaje de Massa y un grupo de funcionarios a ese país. Galípolo confirmó este lunes los avances en esas negociaciones. El nuevo esquema prevé dejar entre paréntesis la utilización de moneda estadounidense para comprar insumos desde Brasil, a través de un mecanismo de financiamiento desde el sistema bancario brasileño hacia empresas exportadoras que trabajen con clientes argentinos.
El acuerdo excluiría al dólar como moneda de pago del comercio exterior. De esa manera, las compañías importadoras argentinas podrán pagar en pesos sus compras y el Gobierno de Brasil los convertirá a reales. Esta medida tendría alto impacto en el financiamiento del déficit con Brasil, dada la trascendencia de los insumos intermedios que Brasil exporta hacia Argentina, fruto a su vez del segmento automotriz, los cuales involucran sectores de la industria relacionados a la metalmecánica (productos laminados de hierro) y productos químicos, caucho y plástico (derivados del caucho como neumáticos, polímeros de etileno, entre otros) y bienes de capital asociados al sector agropecuario (tractores, principalmente).
Brasil, además, tiene serios problemas de competitividad para exportar hacia el resto del mundo. Durante 2022, mientras son 18 los principales productos manufacturas de origen internacional (MOI) de exportación hacia Argentina que concentran el 50 por ciento del total, señalando la heterogeneidad de estas, tan sólo ocho productos explican más del 50 por ciento de las MOI colocadas a Estados Unidos, y la mitad de dicho 50 por ciento se explica en productos minerales con reducido valor agregado (productos intermedios de hierro o acero sin alear y fundición en bruto en lingotes).
Los incentivos de Brasil para cooperar se anclan en la predominancia de los bienes manufacturados en el intercambio bilateral. Los intereses del país vecino se fueron gestando a lo largo del tiempo, con un estrechamiento en las relaciones que ha derivado en una vinculación económica con diferentes grados de integración vertical y complementariedad que excedieron la reconocida industria automotriz, alcanzando a segmentos como los productos químicos, caucho, plástico y metalmecánica.
Las ventas argentinas a Brasil avanzaron en marzo de 2023 un 21,7 por ciento con respecto a marzo del año pasado (tercer mes de suba consecutiva) al sumar 1184 millones, mientras que las importaciones desde aquel destino fueron por 1578 millones y mostraron un alza interanual del 31,6 por ciento. Así, el saldo comercial para Argentina arrojó un déficit de 393 millones de dólares.
La suba interanual de las exportaciones de Argentina hacia Brasil registrada en marzo (correspondió principalmente a la suba de vehículos automóviles para transporte de mercaderías, vehículos automóviles de pasajeros y motores de pistón, mientras que el alza interanual de las importaciones argentinas se explicó principalmente por tubos, secciones huecas y accesorios para tubos, de hierro o acero, vehículos automóviles de pasajeros y partes y accesorios de vehículos automotores.
El BNDES sale a jugar
De acuerdo con el relevamiento de los entes oficiales brasileños, "en los últimos cinco años, por la ausencia de mecanismos en Brasil para financiar las exportaciones brasileñas y las importaciones argentinas, perdimos aproximadamente 6000 millones de dólares de espacio en la balanza comercial con Argentina a China, lo que ha ido posibilitando mecanismos de financiamiento en alternativas en medio del pago". El esquema permitiría acelerar el ritmo de importaciones: la gran mayoría de las autorizaciones en el sistema SIRA para importar demoran 180 días. Con el acuerdo con yuanes esas autorizaciones pasarían a reducirse en unos 90 días.
La industria automotriz es el factor principal a la hora de explicar la composición de las MOI. Los primeros cuatro productos brasileños exportados hacia Argentina durante el 2022 estuvieron relacionados a dicha industria, en la cual se registra una complementariedad productiva e integración vertical, con un Brasil más especializado en las fases iniciales de la producción -las autopartes explicaron el 57 por ciento de esta industria en las exportaciones hacia nuestro mercado durante 2022- y Argentina en las etapas finales de la misma, lo que explica el déficit comercial crónico de la Argentina
Es por esto que Brasil, al igual que Argentina, considera clave que “estas líneas de exportación son financiaciones que pagan directamente a las empresas brasileñas. "El riesgo y la complejidad de la situación es siempre menor que el riesgo financiero tradicional, cuando financias una empresa y no sabes si la empresa podrá vender o no, porque la demanda de sus productos existe”, explicó Galípolo.
En este esquema, el BNDES jugaría un rol decisivo en ese esquema. “El BNDES tiene mucha experiencia en eso, el financiamiento de exportaciones. El papel del BNDES es fundamental en ese proceso, pero obviamente hay toda una gobernanza interna del BNDES desde el punto de vista de las garantías, requisitos que deben ser cumplidos y el BNDES viene apoyando y participando de esas discusiones”, anticipó el funcionario brasileño.
El otro jugador es el Banco Popular de China, que tiene un peso adicional y que actualmente es el principal socio comercial de ambos países. “Tener un socio como China en este diálogo es muy relevante y ayuda mucho", anticipó Galípolo.
Con la vuelta de Lula al Poder y el descongelamiento de los acuerdos con Brasil, el BNDES cobra relevancia a nivel global. El BNDES y el Banco de Desarrollo de China (CDB), institución promotora del país asiático, firmaron un convenio para captar hasta 1300 millones de dólares. El documento establece condiciones generales que serán detalladas en dos documentos: uno de 800 millones de dólares para inversiones de largo plazo y otro de 500 millones para inversiones de corto plazo.
En un año de escasez de oferta de divisas comerciales, los acuerdos buscarán evitar un freno en las importaciones desde Brasil y el daño que eso podría causarle a la actividad. Por caso, dentro de las medidas en danza, la ampliación de entidades financieras que ofrezcan herramientas de pre-financiamiento para las importaciones y exportaciones y la ampliación de los plazos resulta ser la más factible de entrar en funcionamiento en el corto plazo. En este contexto, se mantiene la promesa de financiamiento por 689 millones de dólares del banco estatal brasileño de desarrollo BNDES para la segunda etapa de un gasoducto crucial en la enorme región de esquisto de Vaca Muerta. El desembolso todavía no está confirmado y será parte de las discusiones de Massa esta semana.
El mes pasado el embajador en Brasil, Daniel Scioli, sostuvo que el BNDES ya puso a disposición una línea de financiamiento de exportaciones a la Argentina por un monto de hasta 10 millones de dólares para operaciones de bienes de capital. "Directivos del BNDES me lo informaron luego de mi reunión con Aloizio Mercadante, presidente del banco, en Río de Janeiro la semana pasada", indicó Scioli en su Twitter.
De acuerdo con lo señalado por el banco en su página web, en "Bndes Exim Automático" es "una solución a los exportadores brasileños de todos los portes, proveyendo financiamiento bajo condiciones competitivas en el mercado internacional", con el objetivo de "financiar la exportación de bienes producidos en Brasil, a través del descuento de carta de crédito emitida por un banco en el exterior acreditado por Bndes". En la Argentina, los bancos acreditados para la operatoria son en Santander, el Itaú y el Patagonia.
Pueden ser financiados bienes de capital acreditados en BNDES, como maquinarias, equipos, automóviles, autobuses y camiones; y bienes de consumo como calzados, vestuarios, muebles, entre otros. El plazo del crédito es de hasta siete años, con cuotas de pagos semestrales y la posibilidad de hasta 12 meses de plazo de gracia para empezar el pago del capital. El monto de financiamiento es hasta 10 millones de dólares por operación, sin monto mínimo y el BNDES puede participar hasta el 100 por ciento del monto de la exportación en cualquier condición de venta, con un prefinanciamiento de hasta el 50 por ciento del valor de la exportación.
El principal agente de desarrollo de la expansión industrial y de la infraestructura actual en Brasil es el BNDES, que aprobó la financiación de 18,9 millones de dólares (99 millones de reales) para desarrollar una nueva línea de semiconductores, utilizados para smartphones y tablets. El objetivo es poder responder la demanda de equipamiento disponible para 5G, además de ampliar la capacidad productiva actual.