La medida del gobierno nacional de ampliar la producción de biocombustibles fue celebrada en Santa Fe ya que se espera que tenga un impacto más que positivo respecto tanto de los ingresos a la provincia como también en tres elementos que el sistema necesita para poder funcionar: requerirá más trabajadores, la utilización de combustibles baratos y renovables y, tal como aseguran desde las cámaras empresarias, podrá generar el equivalente al material para autoabastecer a la provincia. Se espera que el aumento del corte generará unas 130 mil toneladas adicionales a las refinadas hasta hoy por la que es la principal productora de biodiesel del país, y más de 26 mil puestos de trabajo en el sector.
En un distrito donde la industria aceitera tiene capacidad ociosa del 50% y la del biodiesel del 60%, y está compuesto en su mayoría por PyMES, se trata de un sector que recibirá un alivio directo en sus estructuras financieras, dado que las operaciones de importación de combustible pasarán de ser en dólares, lo cual será un gran soplo de aire fresco, en este marco de restricción cambiaria y en el que es difícil encontrar y producir dólares. Según un estudio de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (CASFER), el impacto de procesar soja ociosa equivalente para incorporar 1 millón de toneladas de biodiésel al mercado local y sustituir el 20% de las 5 millones de toneladas de gasoil importado, el impacto positivo en las divisas sería de 3.464 millones de dólares.
Según pudo saber este medio, la decisión del Ejecutivo nacional pone a las PyMES locales al 100% de su capacidad productiva y trae fuertes beneficios al sector de las multinacionales, con capacidad de entre el 50% y el 60% de su capacidad de producción.
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El impulso de la industria de los biocombustibles tiene una particular importancia en Santa Fe, dado que de las 37 fábricas existentes en todo el país, 18 se encuentran en el territorio santafesino. A su vez, lo es también para el país, dado que solo en el 2016 produjo cerca de 2.600.000 toneladas de biodiésel, exportando 1.600.000 toneladas y generando divisas por 1.175 millones de dólares. Según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario, la provincia de Santa Fe tiene una capacidad de producción anual de 3,4 millones de toneladas de biodiésel, es decir, el 79% de la capacidad total de producción nacional. El complejo oleaginoso local y la importancia de la producción agrícola dan lugar a la gran radicación de plantas de biodiésel, fundamentalmente, en el Gran Rosario.
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El presidente Alberto Fernández dio a conocer la ampliación del corte que, originariamente era del 5% y que pasará al 7,5% en la producciòn de biodiesel, lo cual para la provincia es una buena noticia por partida doble: por un lado, se trata de una medida que busca responder a la faltante de gasoil en la provincia, la cual se ha visto en serias dificultades para abastecer a los surtidores de combustible, mientras que por el otro significa un muy importante impulso para el sector, en el cual Santa Fe tiene una gravitaciòn màs que importante. Desde hace meses que las cámaras que nuclean a los empresarios del biodiesel proponían la implementación de este nuevo índice, pero por descreimiento sobre los combustibles renovables, el proyecto no prosperó.
Uno de los representantes de la cámara de biodiesel local adelantó a los medios que “las grandes empresas con plantas paradas van a salir a contratar gente". Asimismo, aclaró que "al principio seguramente trabajen con el personal actual, pero a largo plazo van a tener que salir a buscar más porque no les va a ser eficiente”, mientras que en el caso de las pymes, muchas ya están incorporando nuevas personas y anunciando planes de inversión.
Desde la Cámara Santafesina de Energías Renovables (CASFER), el presidente de la entidad, Juan Facciano, dijo que esta medida “no viene a resolver solamente cuestiones coyunturales”, en referencia a la falta de combustible generalizado en el norte y en el litoral argentino. En ese sentido, sumó que también la decisión es “de índole estructural, contribuyendo al desarrollo de las economías regionales agregándole valor en origen (al producto) y a la sustitución de importaciones, ahorrando la salida de divisas y a la preservación del ambiente y a la salud”. Por último, Facciano aseguró: “la utilización de mayor procentaje de corte de biodiesel permite contribuir la complementaciòn de la matriz energètica, otorgando seguridad energética a partir de la implementaciòn de combustibles de origen 100% nacionales y renovables, y esto tiene una importancia superlativa en momentos como el que està atravesando el mundo, porque permite permite una mayor independencia de factores externos”.
Desde la Cámara explican que la decisión del gobierno nacional también vendrá acompañada de beneficios en lo laboral y en lo económico, dado que los costos de producción son enteramente en moneda nacional. La producción de petróleo y de gas natural involucran 140.400 empleos formales, mientras que los oleaginosos y cereales emplean 210.700 personas, un 50% más. Así mismo, ésta última involucra a un total de empresas que cuadriplica a las de la industria petrolera: de 5.098 empresas a 26.410 firmas relacionadas a la producción oleaginosa, materia prima del biodiésel.
El santafesino Roberto Mirabella, diputado por el Frente de Todos, remarcó que se trata de “una medida clave para hacer frente a la escasez de gasoil que afecta a gran parte del país, que además fomentará una industria de gran relevancia para la economía santafesina y promoverá una alternativa sustentable en materia ambiental”.
“Es importante señalar que Santa Fe produce el 80% del total de biodiésel del país y es la provincia con más industrias productoras de biocombustible. Medido en términos petroleros, equivale a producir 58.000 barriles de petróleo por día, lo que convertiría a Santa Fe en la cuarta provincia productora de petróleo de la Argentina, después de Neuquén y Chubut y muy cerca de Mendoza”, explicó Mirabella. “Esta medida genera un aumento en la producción y en la inversión en nuestra provincia. Significa más trabajo para las economías santafesinas”, detalló.
Respecto a las críticas que sostienen que la medida implicará un aumento en el precio del combustible, el diputado argumentó: “El precio del biodiesel de junio, publicado por la Secretaría de Energía y que se pagó a las pequeñas y medianas empresas que abastecen al corte fue, al tipo de cambio oficial, de 1516 dólares la tonelada. El gasoil importado hoy cuesta 1575 dólares la tonelada”. “Aumentar el corte de biodiesel no es una razón ni un fundamento para aumentar el precio en el surtidor”, enfatizó.
Mirabella había presentado días atrás un proyecto de Ley en el que solicitó la urgente sustitución de gasoil importado por biodiésel producido en el país. “La producción de biocombustibles puede sustituir rápidamente parte de la importación de gasoil, ya que el sector cuenta con más del 50% de su capacidad productiva ociosa, concentrada principalmente en la provincia de Santa Fe”, concluyó en aquella oportunidad, en defensa además de las PyMEs productoras de biocombustible en la provincia.
Por último, Federico Pucciarello, integrante de CASFER, dijo a El Destape: “Ambientalmente es un beneficio para el país gigante". Y analizó: "Económicamente, le vamos a ahorrar al país 1500 millones de dólares que se van a poder usar para traer insumos para la producción y socialmente vamos a incluir más gente, porque vas a tener más gente trabajando casi al máximo operativo”. Según Pucciarello, el país tiene una capacidad instalada de 4,5 millones de toneladas, con la capacidad para agregar hasta tres millones de toneladas. “De hecho, Santa Fe puede autoabastecerse de gasoil para la cosecha sin problemas”. Aunque el empresario evalúa que esto no sucede debido a que los productores no le tienen confianza al biocombustible: “Es una cuestión pura y exclusivamente del productor agropecuario. Las petroleras han captado al productor”.
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