El Banco Central de la República Argentina realizó la tercera subasta de la serie 1 de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre, destinado a garantizarle el acceso a dólares a las empresas importadoras con deudas comerciales.
La totalidad de las ofertas recibidas fueron adjudicadas, a diferencia de lo que había ocurrido en las anteriores licitaciones. La diferencia fue el acuerdo con el FMI. En el comunicado de prensa difundido el miércoles, el organismo avaló el plan de estatización de la deuda comercial. Esa fue la señal necesaria para que los importadores adquirieran dichos bonos, subscriptos en pesos pero que se pagan en dólares. En total, se adjudicaron 1179 millones de dólares.
Según los registros del propio BCRA, casi el 50% de las deudas comerciales de los importadores fue contraída con empresas del mismo grupo societario. La ex vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, sostuvo que dicho movimiento de recursos pudo haber constituido un esquema de fuga de divisas.
La cámara que representa a las empresas norteamericanas en el país fue la principal lobista para conseguir este instrumento. Días antes de la llegada de Milei a la Rosada, los representantes de las empresas norteamericanas le habían enviado una carta a Milei reclamando alguna solución al problema de la deuda comercial. A los 3 días de haber asumido, el BCRA les cumplió.
“El incremento en la demanda comienza a poner de manifiesto el valor del instrumento como un mecanismo ordenador para resolver la histórica crisis de faltante de divisas internacionales y hacer frente a las deudas comerciales por la importación de bienes y servicios acumuladas al 12 de diciembre de 2023”, explicó el BCRA a través de un comunicado.
MÁS INFO
Acuerdo FMI
La administración de Javier Milei llegó a un entendimiento el miércoles con el Fondo Monetario Internacional para recibir en los próximos días cerca de 4.700 millones de dólares que serán utilizados para pagarle una serie de vencimientos al mismo organismo. En los hechos, ambas partes acordaron retomar el acuerdo que había dejado el FdT/UP con el objetivo de evitarse un nuevo escollo parlamentario. Sin embargo, en esta oportunidad, los representantes del FMI no tuvieron que poner cara de perro ni de gendarmes de las finanzas globales para cuidar la macro local. Las metas de ajuste y reformas estructurales, alabadas al extremo por el organismo, fueron servidas en bandeja directamente por la administración libertaria. El FMI solo tuvo que apretar el botón de la motosierra.
El ajuste para este 2024 será más drástico del informado inicialmente por las autoridades nacionales. El compromiso sería alcanzar un superávit del 2% del PBI, con los recursos de la ley ómnibus. De no aprobarse, Caputo prometió un mayor ajuste “que generará sufrimiento a los argentinos”.