El banco regional estadounidense PacWest registraba hoy una caída de alrededor del 50% en su cotización de Wall Street, tras un descenso de 58% ayer, y vuelve a encender los temores de una crisis bancaria en Estados Unidos.
El derrumbe se da pese a que el banco californiano trató de calmar a los mercados esta madrugada al señalar que sus depósitos crecieron desde las primeras tensiones en el sector en marzo pasado, y que está dialogando con potenciales inversores ya sea para una inyección de capital o, en última instancia, para una venta de sus activos.
"El banco no registró fugas de depósitos a un nivel fuera de lo ordinario tras la venta de First Republic el lunes pasado. Nuestro capital y liquidez disponible siguen siendo sólidos y exceden nuestros depósitos sin asegurar", indicó PacWest a través de un comunicado.
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Asimismo, indicó que continua "evaluando todas las opciones para maximizar el valor a los accionistas".
No obstante, por el momento la la posibilidad de una venta quedó descartada por la ausencia de interesados, según indicaron fuentes cercanas a la agencia de noticias Bloomberg, puesto que deberán asumir fuertes pérdidas en algunos de los préstamos concedidos.
La crisis en los pequeños y medianos bancos estadounidenses ya resultó en el colapso de Silicon Valley Bank (SVB), Signature Bank y Slivergate; y en la incautación estatal y posterior venta de First Republic a JPMorgan, el lunes último.
Las tensiones nacen de los problemas de liquidez de las entidades, que sufrieron fuertes corridas en los últimos meses.
Las mismas, por lo general, presentaban problemas en sus hojas de balances con un desajuste entre activos y pasivos, habiendo invertido en bonos a largo plazo del Tesoro y otras inversiones que perdieron gran parte de su valor por las subas de tasas de la Reserva Federal (FED), situación que, a su vez, las obliga a pagar más en intereses a sus depositantes.
Otro punto que alimenta el temor es que suelen tener una gran cantidad de clientes depositando más de US$ 250.000 en sus cuentas, es decir, por encima del tope asegurado por el gobierno estadounidense, algo que sucedió en el caso del SVB pero que no afectaría a PacWest, que reportó un 75% de clientes asegurados.
La propia FED, en un informe publicado el viernes último, reconoció que tardó demasiado en reconocer las consecuencias de las subas de tasas en los bancos, y prometió refinar sus normas reguladoras
PacWest no se trata del único banco en dificultades: Western Alliance caía hoy alrededor de 53% luego de reportar ayer fugas en sus depósitos, Comerica, 16%; y Zions Bancorp, 15%.
Otro de los grandes afectados es First Horizon, con un desplome del 38%, tras anunciar que se cayó su venta al banco Toronto-Dominion (TD), el segundo más grande de Canadá en una operación de US$ 13,4 millones que se comunicó a principios del año pasado.
Esto sucede pese a que ambas entidades aclararon que decidieron dar "mutuamente" por cerrada la transacción por la "incertidumbre" de TD a la hora de obtener las aprobaciones regulatorias, y no por la crisis bancaria.
Frente a esta situación, siguen los cuestionamientos a los reguladores estadounidenses. Uno de los pedidos es que la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) aumente su tope de depósitos asegurados de US$ 250.000 para brindar tranquilidad al mercado.
"Pese a los esfuerzos de (el presidente de la FED) Jerome Powell para calmar el mercado, no hay nada que sugiera que la crisis bancaria finalizó", opinó el analista de mercado de KCM Trade, Tim Waterer, quien consideró que el comunicado de PacWest "ofrece poco en términos de confianza al mercado".
Powell había señalado ayer, tras anunciar un nuevo aumento de tasas, que el sistema bancario está "sano y resistente".
Brandon King, analista de Truis Securities, opinó en una nota que "los balances del primer trimestre y la normalización de las corridas debió haber tranquilizado la preocupación", y consideró que las pérdidas de los últimos días "reflejan más temor del justificado".
En cuanto a las posibles derivaciones macroeconómicas en Estados Unidos, el expresidente de la FED de Dallas, Robert Kaplan, afirmó que la crisis no terminó porque aún le falta la etapa "más seria" donde los bancos restringirán el acceso al crédito.
Con información de Télam