Una cuenta corriente es un tipo de cuenta bancaria que permite a los usuarios depositar y retirar dinero de manera flexible. A diferencia de las cuentas de ahorro, las cuentas corrientes suelen no ofrecer intereses o, si lo hacen, son muy bajos. Este tipo de cuenta es ideal para gestionar gastos diarios, ya que permite realizar transacciones frecuentes, como pagos, transferencias y retiros en cajeros automáticos. También suelen incluir servicios como cheques, tarjetas de débito y acceso a banca en línea.
Este tipo de cuenta sirve como herramienta para gestionar los fondos personales o de un emprendimiento de forma conjunta con un presupuesto y permite tener flexibilidad financiera en cuanto a las cobranzas y los pagos. Todas las operaciones asociadas a la cuenta corriente tienen un costo, el cuál es importante saber y comparar con otras instituciones antes de adquirir el servicio.
Cuál es la diferencia principal entre la cuenta corriente y la caja de ahorro
La cuenta corriente se diferencia principalmente de la caja de ahorro porque utiliza los cheques como herramienta de operaciones bancarias. Esta cuenta, funciona como depósito en la que podés poner y sacar dinero en el momento que lo desees. Sin embargo, no tiene tasa de interés o rendimientos sobre el saldo que quede en su cuenta como si lo tiene la cuenta de ahorros. Además, el titular de la cuenta corriente puede disponer de más dinero que el que tiene en su saldo, efectuando giros en descubierto, con un límite acordado previamente con la entidad. Esto no está permitido en el caso de la caja de ahorros.
Cuánto cuesta mantener una cuenta corriente
En la actualidad, según la página del Banco Central, las comisiones que se cobran por tener una cuenta corriente en los 10 bancos principales, oscilan entre los $7.800 hasta los $18.800. Sin embargo, en algunos casos este tipo de cuenta es ofrecida dentro del paquete gratuito al adherirse al banco.
¿Cómo abrir una cuenta corriente?
La digitalización de la banca avanza día a día y es posible hacer todo tipo de operaciones a través de internet, una app móvil o un cajero automático sin necesidad de acudir presencialmente a la sucursal. De hecho, en muchos casos es incluso posible abrir una cuenta a distancia a través de la web o mediante un ‘smartphone’. Entre los requisitos que suelen solicitar los bancos se encuentra el DNI, proporcionar ciertos documentos y depositar dinero.