Qué pasa si se privatiza el Banco Nación

Es uno de los objetivos de la gestión de Javier Milei y puede estar incluido en la nueva ley ómnibus. 

15 de marzo, 2024 | 16.04

La privatización del Banco Nación es una de las posibles medidas que el Gobierno buscará que el Congreso apruebe en la nueva Ley ómnibus que debería enviar pronto para su tratamiento. Será uno de los debates más álgidos de todo el paquete de leyes y una de las decisiones más importantes que tiene la gestión de Javier Milei de acuerdo a las recientes declaraciones del titular de la entidad financiera, Daniel Tillard, quien aseguró que se trata de una cuestión “central para crecer” en la Argentina.

“En los últimos años, el BNA no priorizó su objeto de canalizar los depósitos y transformarlos en préstamos a favor de las pymes y las familias argentinas”, justificó el cordobés que presidió el Bancor. En ese sentido, el politólogo y ex titular del Banco Provincia (2008-11), Gustavo Marangoni, explicó qué pasaría si, finalmente, La Libertad Avanza lograra el objetivo de privatizar la banca pública. 

¿Qué pasaría si se privatiza el Banco Nación?

Según un informe del analista, la banca pública la conforman 13 entidades:

  • Dos son nacionales (BNA y BICE, que son los candidatos al 'privatícese').
  • Nueve son bancos provinciales.
  • Dos son municipales.

"Seguramente todos ellos serían objeto de la misma intención privatizadora si fueran resortes del PEN”, precisó el exbanquero junto a Fabio Rodríguez, con quien firmó el estudio. Ese total de entidades públicas representan el 17% del total del sistema y dominan entre el 35% y 45% del negocio "medido por las variables más relevantes: créditos al sector privado, depósitos de familias y empresas, cajas de ahorro, cuentas sueldos, sucursales y cajeros”.

“Claro que como el desempeño es eficiente también representan el 43% del total de ganancias acumuladas en 10 meses del 2023 por todo el sistema”, señaló. Según indicaron los autores del estudio, la idea de privatizar instituciones bancarias eficientes nace con la sospecha de ser una política alejada del interés del bien público.

"Puede pensarse que un tamaño de negocio muy relevante y rentable, que no requiere inyectarle capital para su mejor desempeño, resulta atractivo para quien tenga la visión de excluir del entorno de negocios y de la competencia el accionar de los bancos públicos”, indicaron en el documento. 

Marangoni entonces detalló tres hipótesis falsas sobre la banca pública:

  1. Que los bancos tienen un mal desempeño económico financiero.
  2. Que la banca pública se quedó en los '80.
  3. Que los bancos públicos tienen una porción de mercado apetecible para crear un nuevo entorno competitivo dominado por actores privados.

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