Los precios internacionales de las materias primas alimenticias, metalíferas y energéticas se mantendrán en niveles “históricamente altos” hasta fines de 2024 debido a las disrupciones en el intercambio y la producción generadas por la guerra entre Rusia y Ucrania, en lo que representa un “shock” sin precedentes desde la década de los setenta, según anunció hoy el Banco Mundial (BM).
De acuerdo con las estimaciones del organismo multilateral de su informe “Perspectivas de los mercados de productos básicos” (Commodity Markets Outlook), para este año se espera que el incremento en los precios energéticos supere el 50% -el mayor desde la crisis del petróleo de 1973-; mientras que en el caso de los productos agrícolas y los metales se prevé una suba del 20%.
En los tres casos, la expectativa de la entidad es que los valores se moderen en 2023 y 2024, según adelantaron las agencias Bloomberg y AFP. No obstante, el reporte advierte que en el caso de que prolongue la guerra o Rusia reciba más sanciones por su invasión a Ucrania, los precios podrían subir aún más con un mayor volatilidad.
“Estamos frente al mayor shock de commodities desde los años setenta”, subrayó Indermit Gill, vicepresidente de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del organismo, tras lo cual indicó que, “como era el caso en ese entonces, el shock se muestra agravado por un repunte en las restricciones del intercambio de alimentos, combustibles y fertilizantes”.
Para el Banco Mundial, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia podría derivar en una inflación más duradera, además de retrasar la transición a fuentes de energía limpias, mientras los países buscan rutas de intercambio alternativas. Del mismo modo, la fuerte suba en el valor de la energía y, por extensión de los fertilizantes, causaría una escasez alimentaria.
"El consiguiente aumento de los precios de los alimentos y la energía está generando un alto costo humano y económico, y probablemente frenará los avances en la reducción de la pobreza”, explicó Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas que elabora el informe en el Banco Mundial. "La suba de los precios de los productos básicos exacerba las presiones inflacionarias, ya elevadas en todo el mundo", agrega el documento.
Entre las diversas materias primas que releva el organismo, estima que los precios del trigo avanzarán un 40 por ciento este año, un récord histórico en términos nominales, lo cual provocará una mayor presión especialmente en los países en desarrollo que dependen de la importación de alimentos.
En el campo energético, se espera un petróleo cuyo barril Brent promediará los 100 dólares durante el año (el nivel más alto desde 2013), mientras que el carbón y el gas natural alcanzarán récords históricos en Europa, con valores que, en el caso del gas, duplicarán a los del año pasado.