El presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, anunció hoy en Washington que dejará a fines de junio su cargo al frente de la entidad por el que fue designado en abril de 2019.
"Tras pensarlo mucho, decidí buscar nuevos retos", dijo Malpass, de 66 años, en un comunicado de la entidad, tras informar de su decisión al consejo de administración del BM.
"Esta es una oportunidad para una transición de liderazgo fluida mientras el Grupo del Banco trabaja para enfrentar los crecientes desafíos mundiales", añadió.
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La dimisión de Malpass se precipitó luego de que la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, insistió en su pedido de cambios en el BM, instando a ampliar de manera más agresiva su balance y a trabajar más duro para movilizar dinero del sector privado para ayudar a abordar desafíos globales como el cambio climático y las pandemias.
Malpass, quien fuera designado por el expresidente Donald Trump, se desempeñó antes como subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
En su calidad de subsecretario, representó a los Estados Unidos en entornos internacionales, como Reuniones de los Viceministros de Finanzas del Grupo de los Siete (G-7) y del Grupo de los Veinte (G-20), Reuniones de Primavera y Reuniones Anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como reuniones del Consejo de Estabilidad Financiera, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), y la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero.
En 2018, Malpass abogó con éxito por el aumento de capital del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Corporación Financiera Internacional (IFC), como parte de un programa más amplio de reformas que comprendía prácticas crediticias sostenibles, el uso más eficiente del capital y una especial atención a la mejora de los niveles de vida en los países pobres.
También cumplió una función crucial en la promoción de la Iniciativa para la Transparencia de la Deuda, adoptada por el Banco Mundial y el FMI, con el propósito de permitir un mayor acceso del público a información sobre la deuda y así reducir la frecuencia y la gravedad de las crisis de esa índole.
Antes de asumir las funciones de subsecretario, Malpass se desempeñaba como economista de nivel internacional y fue fundador de una empresa de estudios macroeconómicos con sede en la ciudad de Nueva York.
Malpass cumplió las funciones de subsecretario adjunto de Naciones en Desarrollo del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y subsecretario de Estado adjunto de Asuntos Económicos de América Latina.
En estos cargos, se centró en una variedad de cuestiones de política exterior y desarrollo, como la participación de los Estados Unidos en las instituciones multilaterales; el aumento de capital del Banco Mundial de 1988, con el que se respaldó la creación de la división de medio ambiente del Banco, la Iniciativa Empresa pro América, y los bonos Brady para hacer frente a la crisis de la deuda de América Latina. Además fue analista superior de impuestos y comercio del Comité de Presupuesto del Senado de los Estados Unidos y director de personal del Comité Económico Conjunto del Congreso de los Estados Unidos.
Con información de Télam