Con el dólar calmo, se dispara el ahorro en pesos

El último balance presentado por el Banco Central arrojó que los plazos fijos UVA tuvieron un crecimiento superior al 100% desde diciembre del año pasado. El Gobierno quiere desdolarizar el comportamiento del ahorrista.

10 de abril, 2021 | 00.05

Mientras el mercado cambiario atraviesa un periodo de estabilidad sostenida desde hace meses, en las oficinas del Banco Central (BCRA) y el Palacio de Hacienda celebran el boom de la constitución de plazos fijos UVA, una de las herramientas dispuestas por el Gobierno para promover el ahorro en pesos. El último balance presentado por la autoridad monetaria arrojó un crecimiento superior al 100% desde diciembre del año pasado.

Los depósitos a plazo fijo en pesos UVA superaron los $ 100.000 millones en marzo. El dato más significativo es que desde diciembre, acumularon un incremento del 120%, según los datos disponibles del Central.

Concretamente, los plazos fijos UVA alcanzaron los $ 109.023 millones a fines de marzo, aproximadamente $ 60 millones más o 120% más que a principios de diciembre de 2020, cuando rondaban los $ 48.335 millones. Además, registraron un aumento en términos reales de 20,6% respecto al 28 de febrero.

Este aumento estuvo compuesto tanto por las colocaciones tradicionales como por las que tienen opción de cancelación anticipada, las cuales crecieron en el mes 16,7% y 35,7%, respectivamente. 

A su vez, este crecimiento ocurrió también, aunque en una menor medida, con los plazos fijos tradicionales. En el mismo período crecieron de $ 2.077.649 millones a $ 2.503.103 millones, o 20,5% en términos reales.

¿Cuál es la diferencia entre un plazo fijo y los UVA?

La principal diferencia entre un plazo fijo tradicional y los UVA es que la tasa nominal anual que paga el primero es fija (37%), mientras que la del segundo varía según la inflación más un plus del 1% nominal anual. Otro elemento distintivo para esta modalidad es que los fondos deben dejarse como mínimo 90 días en la entidad bancaria.

Aún así, existe una opción precancelable a partir de los 30 días que permite retirar los pesos anticipadamente, aunque en este caso no se recibirá la actualización por inflación sino una tasa de alrededor del 2,5% mensual.

Producto de la aceleración de la inflación desde diciembre, cuando el aumento de precios marcó un 4% mensual  seguido de otro 4% en enero y un 3,6% en febrero, el interés de los ahorristas por estos instrumentos creció de forma exponencial. Cabe remarcar que los plazos fijos UVA representan todavía una pequeña porción del stock total de depósitos a plazo, con solo el 3,1%.

Es que desde los bancos hay falta de interés por promover los plazos fijos UVA y existe un gran desconocimiento de los ahorristas sobre la herramienta. El presidente del BCRA, Miguel Angel Pesce, aseguró que la intención oficial es que se apueste a mantener activos en pesos y se deje de pensar en el dólar como principal mecanismo de protección. Para eso, sostuvo, es necesario que “el ahorrista tenga tasas convenientes y que lo protejan de la inflación, y que se desarrolle el mercado de capitales”. 

Fortalecimiento de las reservas y dólar estable

De acuerdo a lo sucedido en la última rueda, el dólar blue se vendió en los $ 140. De esta forma, permanece como la divisa más barata en el mercado, casi $ 21 por debajo del solidario y $ 11 del Contado con Liqui.

La brecha entre el billete libre y el oficial es alrededor del 42%, lejos del techo de 150% que se llegó a observarse a mediados de octubre. En enero, el ilegal se mantuvo bastante estable, fluctuando entre los $ 150 y los $ 164, pero en febrero presentó una fuerte caída que la llevó a los $ 143. Durante marzo, su valor rondó entre los $ 146 y $140, su valor más bajo en lo que va del año.  

Por su parte, el segmento financiero siguió el mismo rumbo: el MEP o “Bolsa” cotiza a $ 144,26 y el Contado Con Liqui  $ 150,78. Durante el mes de enero tuvieron una tendencia alcista constante, hasta el punto que superaron al blue. Sin embargo, durante febrero tuvieron un fuerte retroceso, del cual se recuperaron lentamente en el último mes.

Mientras tanto, el Banco Central absorbió billetes verdes. Sólo la primera semana de abril, el ente rector sumó compras por U$S 520 millones y en lo que va del año totaliza algo más de U$S 2700 millones.

En marzo, había comprado unos U$S 1.500 millones en marzo, más de diez veces que el acumulado en marzo de 2020, cuando había adquirido U$S 135 millones. Así, registró cuatro meses consecutivos de intervenciones netas positivas en el Mercado Único y Libre de Cambios.

El dato del mes pasado marcó el balance más alto desde noviembre de 2019, cuando se habían sumado por esta misma vía U$S 2.202 millones. Aun así, las reservas internacionales, que cerraron el mes en U$S 39.597 millones, se incrementaron en U$S 945 millones en el mismo período.

Esto se debe a distintas cuestiones: desde noviembre de 2020 se cursaron pagos por U$S 777 millones a organismos internacionales; el oro y el yuan, dos de los activos que posee el BCRA, sufrieron fluctuaciones. También hubo intervenciones en el mercado bursátil para estabilizar la brecha entre la cotización del dólar mayorista y los paralelos.