Tras la baja de la alícuota del impuesto PAIS, economistas y analistas del mercado esperan un septiembre complicado para el Banco Central (BCRA) en materia de acumulación de reservas, poniendo en riesgo así el cumplimiento de la meta del acuerdo con el FMI, que a fin de mes tendrá su novena revisión.
El mes de agosto fue relativamente bueno para la entidad monetaria que dirige Santiago Bausili, cuando pudo adquirir, en términos absolutos, 620 millones de dólares de reservas netas. Así, logró volver a la senda compradora, pero sin compensar ni de lejos a un pésimo julio, en el que perdió 4.029 millones de dólares en reservas netas, según los cálculos de la consultora LCG.
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En verdad, todo el último trimestre fue malo para el BCRA en materia de reservas, debido no solo a la baja liquidación del campo sino a que, desde mediados de julio, pasó a resignar la compra de divisas en el MULC para intervenir en la brecha de los dólares MEP y CCL. Además, debió afrontar importantes vencimientos en el pago de bonos globales y Bonares.
La compra neta de agosto fue posible gracias a una menor importación de energía con el fin del invierno y gracias, además, a que muchos importadores decidieron esperar a la baja de 10 puntos de la alícuota del impuesto PAIS (del 17,5 al 7,5%) para la importación de bienes y fletes, que el ministro de Economía, Luis Caputo, había anticipado para el 1 del corriente mes.
Por eso, ahora al Banco Central le espera un septiembre complicado, en el que tendrá que lidiar con ese mayor flujo importador que compensará las pocas importaciones previas. "Septiembre no será un mes fácil en términos de acumulación de reservas. El balance cambiario de bienes se verá afectado por un aumento de importaciones vía dos canales (reducción del impuesto PAIS y acortamiento del plan de cuotas para el pago de importaciones) y las exportaciones difícilmente se vuelvan un factor dinamizador en esta época del año", advirtió al respecto un informe de LCG.
Para Gabriel Caamaño Gómez, economista de la consultora financiera Outlier, "estacionalmente, septiembre y octubre son más complicados que agosto, cuando se cayó la demanda de importaciones y pudieron comprar". En cambo, "ahora en septiembre vemos que levanta la demanda de importaciones" tras la baja del impuesto PAIS, agregó en línea con LCG.
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Aun así, Caamaño Gómez destacó que durante la última semana el BCRA logró tener una compra neta de divisas por 143 millones de dólares. Existen, en ese sentido, algunos factores que pueden jugar a favor de la acumulación de reservas este mes. Básicamente, el efecto blanqueo de capitales (difícil de cuantificar con anticipación) y la propia novena revisión del FMI, que podría ser acompañada de algún desembolso menor, señaló a El Destape Alejandro Krebs, economista de GERES.
Como sea, la acumulación de reservas no será fácil para el Gobierno, ya que, como están las cosas, este objetivo no parece ser compatible con el de la reactivación económica esperada por Javier Milei. Al respecto, vale recordar que "en lo que va del año, la acumulación se sostuvo sobre la base del desplome de la actividad económica y, en los primeros meses del año, por las postergación de pagos de importaciones a través del MULC o la canalización por otras vías como el CCL y el Bopreal", señaló Krebs.
El BCRA, complicado ante la novena revisión del FMI y la meta de reservas
El cumplimiento real de la meta de reservas del FMI para el tercer trimestre será complicada. Para LCG, dado que al cierre de agosto se acumularon 7.300 millones de dólares de reservas, "queda todavía una brecha de 1.400 millones de dólares que será difícil de cubrir genuinamente" para alcanzar la meta de 8.700 millones de dólares respecto a las que había el 10 de diciembre de 2023.
Krebs es algo más optimista y estima que el BCRA deberá acumular únicamente unos 700 millones de dólares para alcanzar la meta de reservas del FMI a fin de mes. Aun así, agrega que "aún no está claro si el BCRA llegará al objetivo" porque también debe lidiar con el aumento de la demanda de dólares por la baja del impuesto PAIS y con la poca acumulación estacional.
Esto no quiere decir que la novena revisión del Fondo no vaya a ser aprobada. Todo indica que, al contrario, al organismo internacional no le quedará más alternativa que seguir respaldando el programa ante el evidente cumplimiento de las metas de transferencias al Tesoro y déficit, además de la obvia necesidad de sostener políticamente a un gobierno que hasta ahora ha sido uno de sus mejores alumnos.
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Así, lo más probable es que el FMI vuelva a hacer la vista gorda y dé luz verde al desembolso de 530 millones de dólares que llegará con la aprobación de la revisión a fin de mes pese a que la meta de reservas sea formalmente incumplida. Tal como, sin ir más lejos, ya ha hecho en más de una ocasión durante la gestión de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía.
Por el momento, según pudo saber El Destape, las conversaciones de nivel técnico entre el staff del Fondo y el equipo de Luis Caputo por la novena revisión ya comenzaron, aunque sin detalles que se hayan conocido públicamente hasta ahora.