El dato frio marca que en relación al primer cuatrimestre de 2019 -es decir el año previo al cierre de la economía por la pandemia y al posterior rebote de 2021- las erogaciones por importaciones aumentaron un 41,9 por ciento, al pasar de 19.507 millones de dólares a 27.681 en el mismo lapso de este año. Sin embargo, cualquier variación importadora se vincula en gran medida con el grado de actividad, especialmente del sector industrial, al punto que un punto de crecimiento en este rubro, implica tres puntos de aumento de importaciones.
En cambio, las cifras sí desnudan un inequívoco festival de exportaciones de dólares para operaciones financieras.
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Según el último informe del CEP XXI del Ministerio de Desarrollo Productivo, el crecimiento industrial en el primer cuatrimestre fue del 9,6 por ciento respecto al mismo período de 2019, por lo que el aumento importador de 41,9 puntos, exhibe más de un 30 por ciento de incremento de las importaciones en relación a su escala habitual. Sin embargo, en la medición interanual, el propio Indec afirma que los precios de las importaciones subieron también un 16,4 por ciento en el primer cuatrimestre, liderados por combustibles y lubricantes, que aumentaron un 65,9 por ciento, lo que explica parte del incremento de la escala, con lo que para el primer cuatrimestre se advierte una mayor dinámica importadora, aunque matizada por la suba de los precios internacionales.
En relación a los dos últimos meses, aún no existe dato oficial alguno sobre junio y sobre mayo aún no se poseen datos del crecimiento industrial, aunque sí sobre los montos importados. En este sentido, el último informe del Indec sobre “Intercambio Comercial Argentino” de mayo de 2022 señala que en ese mes las importaciones totalizaron el récord de 7.554 millones de dólares, pero explicado en parte por el aumento de sus valores del 23,5 por ciento interanual, donde, por ejemplo combustibles y lubricantes insumieron solo en el pasado mes 1.601 millones de dólares, frente a los 490 millones de 2021, con sus precios aumentando un 226,7 por ciento, o los fletes de las importaciones cotizando en 113 dólares por tonelada, cuando en mayo de 2021 eran 72,8 dólares por tonelada.
Festival de exportaciones de dólares
Donde no hay dudas que existe un festival, es en la salida de dólares para financiar el pago de las deudas e intereses que los grupos económicos han tomado con el exterior, así como también sobre la fuga de capitales. Datos del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía de economistas ligados a la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y de la Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario del Banco Central de Mayo de 2022, dan cuenta que desde 2020 se fueron 12.102 millones de dólares para que los grupos económicos paguen sus deuda e intereses, mientras que otros 7.032 se fugaron del sistema, todo lo cual implica un monto total mayor a todo el superávit comercial del año pasado, que fue el más alto de los últimos doce años, o prácticamente el doble que el proyectado para este año.
Tal como lo señaló la vicepresidenta, esta dificultad para sumar divisas tiene como uno de sus efectos más disruptivos el aumento de la inflación, pues en la medida que escasean los dólares, los mismos suben su valor en pesos, provocando un aumento que se traslada a la mayor parte de los precios de la economía argentina.
Pero además, tras el reingreso de la Argentina al FMI propiciado por la alianza Cambiemos, la carencia de divisas implica la dificultad extra de no cumplir con las metas trimestrales, un elemento que podría impedir que el Fondo otorgue nuevos desembolsos para que Argentina pague la deuda que tomó con este mismo organismo entre 2018 y 2019, al margen de que se descuenta con que habrá un “perdón” por parte del organismo para el primer incumplimiento.
Puntualmente, las reservas internacionales en poder del Banco Central cerraron el pasado viernes en 38.003 millones de dólares, lo que las exhibe muy por debajo de los 43.760 millones de reservas brutas exigidas por el FMI para fines de junio, mes en el que solo se sumará el saldo de 1.400 millones extra que aportará el FMI.
Con una alta dinámica importadora, explicada en gran medida por la suba de precios, aunque también por adelanto de importaciones para aprovechar el dólar “retrasado” de 122 pesos, que incluyó un alto y sugestivo aumento de bienes de consumo que subieron un 23 por ciento pese a que muchos de ellos se fabrican a nivel local, la actual escases de divisas, antes que por importaciones destinadas a la producción, pareciera estar dándose por el sector financiero, en el cual existe un verdadero festival de exportaciones de dólares.