AUH: alarma por los cobros después de marzo tras el DNU de jubilaciones

El DNU de Javier Milei desató la fórmula de movilidad jubilatoria de los aumentos de las asignaciones universales por hijo y por embarazo. El Gobierno ratificó el último aumento de la AUH, pero no se sabe cómo va a seguir. 

26 de marzo, 2024 | 19.59

El DNU que Javier Milei firmó el último lunes, con el que modificó movilidad de jubilaciones y pensiones, generó numerosas dudas que alcanzan incluso a otras prestaciones. Hasta esta noche, una de las principales incertidumbres era qué pasaría con los aumentos de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que no fueron incluidos en el decreto.

La AUH es la más importante de las prestaciones no jubilatorias que también se guiaba por la misma movilidad, con más de 2,4 millones de titulares y un alcance de más de 4 millones de chicos. En marzo último aumentó un 27,18%, exactamente igual que la suba de los haberes, alcanzando un total de 52.554 pesos por cada hijo, un monto que esta tarde volvió a recordar el ministerio de Capital Humano en un tuit. Lo mismo ocurre con la Asignación por Embarazo (AUE).

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Sin embargo, el problema es que el DNU 274/24 del lunes solo se refiere explícitamente a las jubilaciones y pensiones abarcadas en la Ley 24.241 de 1993, mientras que la movilidad de las asignaciones familiares de Anses, entre ellas la AUH y la AUE, se guían por otra norma. Precisamente, por la Ley de Movilidad de Asignaciones Familiares 27.160 de 2015, que a su vez remite a la fórmula de movilidad que figura en la Ley 26.417 de Movilidad Jubilatoria de 2008.

Al contrario, el DNU del lunes establece una fórmula de movilidad específica en su propio anexo, por lo que los aumentos de las jubilaciones y pensiones quedaron, en principio, despegados de los de la AUH. Así lo advirtió, por ejemplo, Daniel Arroyo, actual diputado de UP y especialista previsional como ex ministro de Desarrollo Social. "Nadie lo tiene claro hasta ahora porque el DNU solo habla de jubilaciones", señaló a El Destape al ser consultado sobre qué podría ocurrir con los futuros aumentos de la AUH según la nueva normativa legal.

Lo cierto es que esta misma situación es la que admiten en el Gobierno. Frente a la pregunta de El Destape sobre las futuras actualizaciones de la AUH, desde el Ministerio de Capital Humano señalaron que "no hay nada definido aún". La falta de precisiones también era admitida ante este portal en el Ministerio de Economía y en la Anses.

Luego, poco antes de las 20 horas, desde la cartera que dirige Sandra Pettovello informaron el "aumento de la AUH desde marzo" a 52.554 pesos, cuando, en verdad, ese monto ya rige desde hace un mes. Simplemente, en un anuncio engañoso, reiteraron una noticia vieja como si fuera nueva, llevando más confusión al asunto.

De este modo, el Gobierno tiene diferentes opciones. La primera es sancionar una nueva normativa para los aumentos de la AUH, sobre la cual hasta ahora no hay noticias, aunque esto podría hacerse en la normativa que reglamente el DNU, señalan abogados previsionales. La segunda es aceptar tácitamente que las actualizaciones de la AUH y la AUE quedarán relegadas, ya que no seguirían la misma fórmula que, según la propia Casa Rosada, beneficiará a los jubilados. La tercera es otorgar puramente aumentos discrecionales complementados con subas también discrecionales en la Tarjeta Alimentar, algo que, a medias, implementaron en estos meses.

En este último sentido, en diciembre pasado el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció un refuerzo del 100% para la AUH y del 50% para la Tarjeta Alimentar. En enero, este refuerzo quedó incorporado plenamente al haber por decreto de Milei. La situación podría repetirse a futuro, pero lo cierto es que, por ahora, el próximo aumento previsto por ley para la AUH y la AUE es recién en junio.

En otras palabras, las y los titulares de la AUH y AUE se atienden o bien a ver su cobro congelado, o bien a sumirse en la incertidumbre sobre qué aumento tendrán o bien a quedar a merced de las autoridades sobre los aumentos que decidan otorgar.

El dilema para el Gobierno no será fácil de resolver. Hasta ahora, la clave de su discurso social fue el esfuerzo hecho en sostener los ingresos de los más vulnerables a través de los planes que no tienen a las organizaciones sociales como intermediarias. En ese aspecto, el oficialismo reivindicó haber aumentado la AUH en términos reales mientras ajustaba a todo el resto de la población.

Pero, además, este mismo es un reclamo hecho directamente por el FMI. "Dados los costes de estabilización a corto plazo, es esencial sostener esfuerzos para apoyar a los segmentos vulnerables de la población y preservar el valor real de la asistencia social y las pensiones", afirmó un comunicado del organismo de crédito de fines de febrero. Este mismo martes, sin ir más lejos, estas mismas declaraciones, casi calcadas, fueron formuladas por el representante del Fondo ante América Latina, Rodrigo Valdés.

Receloso, el vocero presidencial, Manuel Adorni, le contestó en su conferencia de prensa de hoy que “los sectores más cuidados y más protegidos son efectivamente los más pobres, los más vulnerables. Donde más se ha dado aumento y ayuda es en los sectores más vulnerables, especialmente los que congregan los más chicos. La AUH, la Tarjeta Alimentar, los comedores".

Ahora, Milei y Caputo tendrán que decidir entre empezar a ajustar la AUH en términos reales, tensionando la cuerda con un FMI al que amagan con pedirle el envío de nuevos fondos, o  arriesgarse a comprometer su meta de déficit cero.

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