(Por M.P., enviado especial).-
Shanghái, la ciudad que fue elegida como sede para el banco del grupo de los Brics, se reconoce en el símbolo que aparece en todas las selfies: bautizada como "La Perla de Oriente" ('Pearl Tower', en inglés), es una torre de telecomunicaciones del distrito de Pudong que ejerce un irresistible poder de atracción para turistas asiáticos -la mayoría- o de otras partes del mundo.
Ubicada a la vera del río Huangpu, el ícono de Shanghái se convierte por las noches en una figura luminosa de color púrpura rodeada por rascacielos vidriados con enormes carteles publicitarios que muestran en las alturas figuras de neón en eterno movimiento.
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Una postal propia del clásico del cine Blade Runner.
Tal escenografía contrasta con los primeros tiempos de la moderna Shanghái, cuando los ingleses la convirtieron en el puerto por el que introducían el opio, cuyo consumo se extendió en la población: una actividad que se volvió muy rentable y que -junto a otras- derivó en que los británicos la declararan "ciudad libre al comercio internacional".
Pero Shanghái también es la cuna de la fuerza política que gobierna desde el triunfo de la República Popular: el Partido Comunista de China (PCCh) fue fundado en la zona francesa de la ciudad, en el barrio Xintiandi, en el año 1921: Mao Zedong (también llamado Mao Tsé Tung), muy joven, estaba entre ellos.
Más de cien años después, la megalópolis de 26 millones de habitantes representa el polo tecnológico e industrial de una potencia que no deja de mostrar altísimas grúas de la construcción levantando edificios en bloques de a decenas, autopistas tapadas en las horas pico y una búsqueda singular por ampliar los espacios verdes y plantar árboles.
Acaso en defensa propia, porque Shanghái es una ciudad contaminada en el aire y en el agua, por años de desforestación y construcción edilicia exponencial.
Factores que dan algún por qué este lunes 29 de mayo de 2023 -un día laboral como cualquier otro- la urbe de las grandes compañías tecnológicas internacionales registró la temperatura más alta de los últimos 100 años: 36,7 grados centígrados, con "una sensación térmica superior a los 40 grados", al menos para los recién llegados que procedían de la Argentina.
Mientras funcionarios, especialistas en finanzas y periodistas están atentos a lo que pueda resolverse entre este martes y miércoles en la torre del Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics (New Development Bank, según su nombre en inglés), ubicada en la calle Guozhan del distrito de Pudong, las mayorías tienen su expectativa puesta en otra fecha y otro lugar.
El 15 de junio próximo, en el Estado de los Trabajadores de la capital -Beijing-, la Selección Argentina jugará un partido amistoso con el combinado de Australia y la demanda de tickets está en línea con la desmesura china.
Un dato curioso, el partido, que fue confirmado por la AFA, coincidirá con el cumpleaños número 70 del líder chino, Xi Jinping.
Con información de Télam