El enólogo Roberto González, presidente de la Academia Argentina de la Vid y el Vino, presentó en San Martín, Mendoza, su libro “Bonarda: Historia de un gran vino”, el segundo varietal tinto argentino -detrás del Malbec- con más de 18 mil hectáreas implantadas, en la Semana del Bonarda.
“Quiero transmitir una pasión y un honor, el de tantos años de conocimiento e investigación sobre el Bonarda; mi deseo es alentar el Plan Bonarda y el libro intenta comunicar las fortalezas de la variedad y su historia; es un aporte para potenciar el varietal como una gran oportunidad para una nueva región de la vitivinicultura argentina; además de reconocer su diversidad y su nobleza”, afirmó González.
Según el autor, "como segundo varietal tinto, la verdad es que se había prestado poca atención para elaborar alta gama, media gama y baja gama años atrás”.
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En el Templo del Vino Bonarda Argentino, un auditorio circular que representa un gran tonel, el enólogo fue describiendo algunas de las páginas principales del libro.
González fue acompañado por el diputado provincial Daniel Llaver, titular del Plan Bonarda, quien ofició de anfitrión, y el periodista especializado en vitivinicultura Mauricio Llaver, quien prologó la obra.
“Estamos muy conformes con la presentación del libro y con la cantidad de gente que tiene interés por el Bonarda; enólogos, dueños de bodegas, gente del INV, periodistas y funcionarios, acompañaron a este precursor del Bonarda; es una guía el libro de Roberto para seguir promocionando el varietal”, dijo Llaver.
González recibió la Declaración de Interés Provincial de la Cámara de Diputados de Mendoza por el libro.
“Comparto con Roberto su pasión por el varietal Bonarda y ponerlo en valor; un día apareció un vino creado por él que ganó una medalla de oro que catapultó al varietal; esto marca a las claras que cuando un vino tiene un gran seguimiento enológico y todo un trabajo técnico dan estos vinos que hoy disfrutamos”, expresó la ingeniera agrónoma Cristina Pandolfi, miembro de la Academia Argentina de la Vid y el Vino.
“El libro tiene un trabajo de investigación notable; uno lo lee y le dan ganas de tomarse un buen Bonarda y, en primera instancia, el objetivo está cumplido”, concluyó Llaver.
Con información de Télam
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