Veinticinco marcas de aceite de oliva mendocino certificaron la Indicación Geográfica (IG) que es una garantía de calidad a escala global, ya que Argentina a través de Mendoza es el primer y único país de América en homologar esta "denominación de origen", informó el Instituto de Desarrollo Rural (IDR).
Además de la Unión Europea donde existen poco más de 100 IG para el Aceite de Oliva Virgen Extra, y Túnez, en África, Mendoza logró el año pasado este sello de calidad.
En ese sentido, el gerente del IDR, Alfredo Baroni, quien considera a la IG como un punto de inflexión, por tratarse de un reconocimiento perpetuo, le dijo a Télam: "En la Unión Europea hay 103 Indicaciones Geográficas o Denominaciones de Origen y el único fuera de Europa hasta ahora era Túnez".
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Mendoza -agregó el experto- se sumó a este selecto grupo en setiembre de 2022 y de hecho somos la primera IG reconocida en todo el continente americano, lo cual nos posiciona muy bien en el mercado internacional", puntualizó.
El Ministerio de Economía y Energía y el IDR presentaron la etiqueta IG que llevan los envases, y "así, el consumidor puede saber cuál es el aceite IG, que es un sello de excelencia", aseguró el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié.
El año pasado fueron ocho las primeras etiquetas certificadas con la IG, y en esta segunda certificación se totalizaron 25 marcas.
Ellas son: Almaoliva; Centenario; Zuelo; Laur (en tres etiquetas clásico, Laur Lata Blend de Terroir, y Laur Lata Cruz de Piedra), Envero; Don Bosco; Pisi; Moluá; Oculto; De la Facultad; Cultura Oliva; Mula parca; Lussuria; Coraggio; Omertá; Finca San Gerardo; La Portada; Malagüeña; Quinta Generación; María Ravida;Tapiz; Piuqué; y Castelmonte.
La superficie actual cultivada con olivos -unas 13.000 hectáreas-- permite producir unas 80.000 toneladas: 50.000 para aceitunas verdes y 30.000 para aceite, lo que deriva en 4.800 toneladas de aceite de oliva.
Mendoza fue la primera productora del país y, después de la promoción industrial de la década del 90, se ubica hoy en el cuarto lugar, teniendo en cuenta que hubo beneficios para provincias vecinas como San Juan, Catamarca y La Rioja, que hicieron crecer la producción.
La olivicultura mendocina es mixta: tradicional y de bajo rendimiento. En el otro extremo se sitúa la intensiva y moderna. En la tradicional, las plantas están más distanciadas, 10 x 10 metros entre plantas y 10 metros entre hilera, son más grandes, la variedad es arauco y el rendimiento es bajo.
La olivicultura intensiva y moderna se caracteriza por tener menor distancia entre plantas, cosecha mecanizada, riego por goteo, ejemplares más bajos, más fáciles de cosechar y rendimiento mayor.
Argentina tiene en el varietal Arauco una variedad que no se encuentra en otra parte del mundo y que la identifica por superfil sensorial.
Con información de Télam