(Por Nahuel Londeix) El Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) cumplió su primer año de vida con un aumento promedio de las operaciones de 28% en la cantidad de animales ingresados para su comercialización.
"Estamos en aproximadamente un 28% arriba de cabezas respecto al año pasado, con alrededor de 10.000 cabezas promedio", dijo a Télam el gerente general del mercado, Tomás Fernández.
Tras 122 años operando en el barrio porteño de Liniers y tras una inversión de US$ 25 millones, el MAG vive un presente de crecimiento y comienza a vislumbrar con optimismo su futuro como uno uno de los principales mercados de referencia del sector ganadero argentino.
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La actividad regular se da tres veces por semana -martes, miércoles y viernes-, a lo que se agregan remates especiales los lunes y jueves.
"Tenemos un promedio por mes de 120.000 cabezas. Es un excelente número y esperamos mantenerlo", dijo el directivo.
Tales son los números que, de mantenerse este crecimiento, los directivos de Cañuelas proyectan ampliar los corrales de venta.
Hay margen para que ingrese más hacienda: Liniers llegó a contar con entradas que llegaron a ser de 25.000 cabezas por día.
Actualmente Cañuelas cuenta con 750 corrales divisibles en dos que tienen una capacidad de 12.000 cabezas, pero que pueden ser ampliados para recibir 6.000 más.
"El mercado está hecho para hacer más corrales. Hoy lo que tenemos que terminar es de pulir los procesos internos del mercado. Una vez que logremos una eficiencia plena, si la demanda lo requiere, planificaremos la extensión del mercado, pero no está prevista en el corto plazo", precisó Fernández.
Si bien no hay un único factor -explicó- parte del impulso que recibió el mercado en el último año se debe a su nueva localización, emplazada en un lugar estratégico tanto para productores como para distribuidores.
"Para muchos productores entrar y salir de Capital era complicado con lo que conllevaba. Creemos que una parte (del incremento de ingresos) se explica por la logística que tenemos hoy", señaló.
Más de 1.000 personas circulan diariamente por las modernas instalaciones de Cañuelas, donde trabajan 140 personas de forma directa y 50 de manera tercerizada.
En el predio 45 casas consignatarias cuentan con oficinas, que a su vez manejan, de forma conjunta, las operaciones del mercado.
Entre los habitués de Cañuelas también están los compradores -alrededor de 600- que representan a abastecedores, matarifes y frigoríficos, quienes, luego, proveen a carnicerías y supermercados. Todos los eslabones de la cadena están, de esta forma, presentes en la rutina diaria del Mercado Agroganadero Cañuelas.
Además del imponente techado metálico de sus dos alas cubiertas de 41.000 metros cuadrados - que permite reutilizar el agua de lluvia para el lavado de corrales y camiones- y la telaraña de 2.750 metros de pasarelas que las sobrevuela, el gran cambio a primera vista respecto de Liniers es que sus corrales están hechos integralmente de caños de metal.
"Antes en Liniers los corrales eran todos de madera, hoy son instalaciones de primer mundo. Eso hace que sea más fácil manejar los animales, más ágil y, a su vez, permiten evitar transmitir enfermedades, como sucedía con la madera", puntualizó Fernández.
El predio también cuenta con una planta de efluentes, tres piletas de decantación y un punto de elaboración de compost a partir del tratamiento de los desechos de los animales.
Todo esto es un motivo de orgullo para los operadores del predio, que vieron concretar una mudanza que, por distintas vicisitudes, se vio demorada por casi cuatro décadas y que recién comenzó a materializarse en 2018 y terminó de concretarse en 2022.
"Nos enorgullece todo lo de este predio. Las instalaciones, la gente, así como el rol que tenemos como formadores de precios porque el índice de novillo y el general, que se forman todos los días acá en los remates, se utilizan para todo tipo de transacción comercial. Estamos muy contentos y esperamos seguir creciendo", agregó el gerente del Mercado Agroganadero.
Los cambios vienen de la mano de un recambio generacional entre los directivos tanto del mercado como de las casas consignatarias.
Gervasio Sáenz Valiente, director de la casa consignataria Sáenz Valiente, Bullrich, es una de las excepciones y sigue oficiando como director de la firma; pero ya sus hijos comenzaron a participar de los remates que dan inicio a las ocho de la mañana.
"La adaptación a Cañuelas fue difícil porque hay un cambio de cultura y sentimentalmente fue duro. Yo me hice en Liniers y fui el primer Sáenz Valiente que empezó a vender allí. Me costó mucho el cambio", afirmó a Télam.
No obstante, el directivo cree que la mudanza fue necesaria y considera que es "un modelo para Sudamérica".
"Creo que este mercado merece crecer y es algo que para la industria y el productor está muy bien logrado", dijo Sáenz Valiente quien coincidió en la necesidad de ampliarlo "si sigue este ritmo de entradas".
De cara al futuro, además de una posible ampliación, los directivos del MAG no descartan ingresar a nuevos negocios.
Hasta hoy, al igual que en Liniers, el mercado destina su hacienda exclusivamente al mercado interno, pero esto pronto podría cambiar.
"Existe la posibilidad de participar en (el mercado de) las exportaciones", afirmó Fernández.
La idea -señalaron desde el MAG- es dedicar un remate especíifico de cabezas destinados a la exportación, entre los que se pueden encontrar los animales previstos por la Cuota Hilton (Unión Europea).
Esto, no obstante, requerirá antes el visto bueno de las autoridades nacionales y del exterior en lo vinculado con las certificaciones sanitarias, pero desde Cañuelas se mostraron confiados en que se resuelva a futuro.
Al mismo tiempo, y a los márgenes del ingreso al mercado en el kilómetro 86 de la ruta provincial 6, asoman los primeros obradores de lo que será el Polo Agrocomercial del MAG, que que ocupará 80 de las 110 hectáreas del predio.
El desarrollo, impulsado por la firma South Patagonian, comprende la construcción de un paseo comercial de seis bloques vidriados con 29 locales comerciales, 24 oficinas, restaurantes y patio de "food trucks"; una estación de servicio Puma (pronta a inaugurarse); y un centro de convenciones y hotel de 120 habitaciones por parte de la cadena Hilton.
También está proyectado un sector de exposiciones de la Asociación Argentina de AnGus y un barrio de 315 lotes de viviendas con servicios y espacios de recreación.
De esta forma, Cañuelas paulatinamente deja atrás la tradición y la historia que marcó a Liniers, vive un presente de crecimiento, y comienza a vislumbrar con optimismo su futuro como el gran mercado de referencia del sector ganadero argentino.
Con información de Télam