Las exportaciones agroindustriales en el primer cuatrimestre del año cayeron un 33,3% en comparación con igual período de 2022 como consecuencia de los recortes en la producción agropecuaria que generó la histórica sequía que atravesó el país.
De esta forma, de acuerdo con datos del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), los envíos externos de ese sector alcanzaron US$11.506,2 millones entre enero y abril de este año, lo que significó una caída de US$5.756 millones (-33,3%) respecto al mismo período del año previo.
Los complejos Trigo (-81,8%), Maíz (-31,1%) y Soja (-30,2%) fueron los de mayor contribución a la caída interanual acumulada, mientras que, por su peso relativo, las subas en el manicero (18%) y el de legumbres (26%) fueron las que más ayudaron a amortiguar la baja general, según informó la CAA.
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Otros complejos que mostraron subas destacadas aunque su incidencia relativa es menor en el total general fueron porcinos (121%), alfalfa (77,2%), maíz pisingallo (34,1%) y arrocero (33,4%).
Por otro lado, al mirar los datos solamente del mes de abril, se observó un incremento en las exportaciones agroindustriales del 3,9% respecto a marzo, pero un desplome del 42,4% interanual.
Según las cifras del CAA, en el cuarto mes del año la agroindustria comercializó con el exterior por un total de US$3.084 millones, lo que significó una merma de US$2.266 millones en relación con abril del año previo.
Los resultados revelados por el CAA no sorprenden y se encuentran dentro de lo esperado, luego de que el país atravesara entre mediados del año pasado y los primeros meses de 2023 una sequía que alcanzó magnitudes históricas con su consecuente impacto sobre las cosechas y siembras agropecuarias.
Días atrás, el ministro de Economía, Sergio Massa, estimó que el impacto del fenómeno climático natural en las reservas será una reducción en los ingresos de US$15.000 millones respecto a las previsiones iniciales, a causa de la disminución de la producción agropecuaria y las exportaciones de granos.
En esa línea, explicó en otro acto que la sequía "nos arrancó de un mes al otro el 20% de la facturación de la producción, de las exportaciones, de los ingresos que el Estado argentino tenía previsto, que nos trajo como consecuencias caída de exportaciones, tener que tomar medidas de intervención para mantener estabilidad usando reservas".
"Nos llevó también a tener que cuidar el circuito productivo de la Argentina, porque cada productor, cada tambero, cada uno de nuestros emprendimientos que se nos cae por la sequía, cuesta mucho tiempo levantarlo, entonces nuestro remedio es ir a tenderle la mano para que pueda seguir caminando aún con dificultades", amplió.
Con información de Télam