La caída de la vacancia y una absorción neta positiva que se registró en 2022 en el mercado porteño de oficinas clase A indican que el mercado comienza a estabilizarse tras la pandemia, de acuerdo con distintos informes del sector.
El dato está en línea con lo sucedido en las principales de Sudamérica, donde la tendencia promedio general marca signos de recuperación, tras la importante caída registrada en medio de la pandemia de coronavirus.
En Buenos Aires, el mercado experimentó cierta recuperación y cerró 2022 con una vacancia del 14,5% en el mercado de oficinas corporativas, lo que representa una caída interanual de 6,6 puntos.
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Si bien el mercado atraviesa un proceso de recuperación y la "nueva normalidad" crea una oferta homogénea, lo que hace que las empresas reconfiguren sus posiciones y necesidades, aún existe cierta incertidumbre sobre el futuro del mercado de oficinas.
En Buenos Aires, la superficie que se está construyendo actualmente es de 243.718 metros cuadrados. La mayor parte de esta superficie ya debería haber sido entregada, pero las fechas de finalización fueron aplazadas.
Un informe de la agencia inmobiliaria JLL Argentina señaló que el inventario del mercado de oficinas aumentó, tras varios períodos sin inauguraciones, mientras que la tasa de vacancia de 2022 fue la menor de los últimos dos años.
"El inventario del mercado de oficinas corporativas de Buenos Aires se ubicó 2.033.110 metros cuadrados al cierre de 2022, un crecimiento de 6.000 metros cuadrados respecto al tercer trimestre del año, producto de la inauguración de un inmueble en el submercado Zona Norte GBA, tras varios períodos sin inauguraciones. La tasa de vacancia registrada fue de 14,2%, la menor de los últimos dos años", dijo Guido Mosin, research manager JLL Argentina.
"Esperamos que 2023 sea un año de estabilidad, similar a 2022, con un número reducido de operaciones que probablemente responderán a oportunidades específicas para mejorar instalaciones a costos inferiores a los que se pagaría en un mercado más dinámico y activo", agregó Mosin.
Por su parte, la empresa inmobiliaria L.J. Ramos -al relevar el mercado de oficinas clase B- señaló que en el tercer trimestre de 2022 en este segmento la vacancia mantuvo "su ascenso, llegando a 14,3%".
"Estamos atravesando una clara situación de Fly-to-Quality -salto de calidad- que impacta en el sector de Clase B y el panorama para el 2023 podría ser similar al último año", analizó Eduardo Gibelli, broker de L.J. Ramos.
Por su parte, Nicolás Ferrero, research manager de CBRE, señaló que en el sector cobra impulso una nueva tendencia que se denomina "fly to experience", que tiene que ver con invertir en más y mejores amenities en los edificios, que puedan mejorar su experiencia laboral diaria.
"En el pasado, se podía retener a los inquilinos y mantener vacancias mínimas sin realizar grandes inversiones de capital en el edificio", mientras que en la actualidad, debido a la mayor vacancia, hay una "oportunidad única que los dueños de inmuebles de oficinas tienen para poder reinventarse, renovando y agregando facilities que mejoren el uso de sus edificios".
Por último, Ana Tettamanti, project manager de Colliers Argentina, dijo que "las nuevas tendencias apuntan a pensar la oficina como el ámbito para el trabajo colaborativo, para el encuentro social, donde la cultura de la empresa se fortalece. El trabajo individual, de concentración, queda relegado al home office".
Con información de Télam