El Banco Nación (BNA) presentó hoy el programa de inclusión financiera BNA Te Suma, una iniciativa para promover el acceso a los conocimientos y contenidos tanto a sectores de bajos ingresos o rurales como a personas mayores y pequeñas empresas, que son los que tienen mayores dificultades para utilizar servicios financieros.
El programa constará de tres pilares: una Red de Facilitadores Financieros, integrada por 1.000 trabajadores de distintas sucursales del país que llevarán adelante tareas de educación financiera a todos los sectores de la población; convenios con los organismos externos, entidades públicas del estado nacional, provincial o municipal; y un abanico de productos y servicios inclusivos con los que el BNA complementará a todas las personas al sistema financiero.
Nuestro desafío es que el Banco Nación sea principal referente en inclusión financiera del país, explicó la presidenta de la entidad, Silvina Batakis, y aseguró que las finanzas al servicio de las personas, de la industria y del comercio, son un factor clave para generar empleo genuino, reducir la pobreza y promover la prosperidad.
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Desde el BNA, que es la principal banca pública nacional, asumimos el compromiso de garantizar la educación y la inclusión financiera de calidad a todas las personas, desarrollando contenidos educativos y productos financieros accesibles a la medida de los diferentes segmentos beneficiarios, con foco en los canales digitales, agregó Batakis durante la presentación del programa en un acto en la sede central del BNA.
Según el último informe de Inclusión Financiera elaborado por el Banco Central, más del 98% de la población adulta es titular de una cuenta bancaria. Sin embargo, la utilización de los servicios financieros continúa siendo baja.
Las personas excluidas de las finanzas formales y del conocimiento financiero son, en su amplia mayoría, las de menores recursos, que incluyen desde sectores con bajos ingresos, rurales, personas mayores, migrantes y refugiados hasta incluso pequeños emprendimientos personales, de tipos productivos, comerciales y de servicios.
Son personas que pierden la posibilidad de realizar operaciones a través de canales digitales que les permiten ahorrar tiempo y costos; no acceden a descuentos ofrecidos por los bancos; se manejan únicamente con dinero en efectivo; no poseen herramientas de ahorro, crédito e inversión; y ante la necesidad, recurren a instituciones financieras informales, pagando costos mucho más altos en el financiamiento.
Son los mismos sectores de la población que encuentran problemas para acceder al crédito y a otros servicios financieros de calidad para sus negocios.
Por eso, en un contexto en el que la transformación digital y los nuevos canales electrónicos crecen aceleradamente, el BNA busca profundizar la inclusión financiera y que los instrumentos de pago y crédito se extiendan a todo el sistema económico.
Con información de Télam