Aerolíneas Argentinas celebró hoy el décimo quinto aniversario de su reestatización con la inauguración de un nuevo simulador de vuelo para aviones Boeing 737-Max, en un acto que contó con la presencia de la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, el ministro de Economía y precandidato a presidente de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, y el titular de la compañía de bandera, Pablo Ceriani.
El proceso de reestatización comenzó el 24 de julio de 2008, tras 19 años de administración privada, con el envío al Congreso del proyecto de ley por parte del Poder Ejecutivo.
Menos de un mes después, el 22 de agosto de 2008 fue aprobado en Diputados por 167 votos a favor y 79 en contra, y el 3 de septiembre del mismo año obtuvo sanción en el Senado con 46 votos positivos y 21 negativos, con lo que fue convertida en ley.
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Aerolíneas Argentinas nació en 1949 por un decreto del presidente Juan Domingo Perón, mediante la unión de cuatro aerolíneas.
En 1979, la compañía se transformó en Sociedad del Estado y 11 años después, en 1990, el consorcio español Iberia se hizo cargo de la empresa, que cambió su razón social a Aerolíneas Argentinas S.A.
En 2001 se llevó a cabo el traspaso de la aerolínea al Grupo Marsans, también de capitales españoles, período en el que la empresa aérea registró un fenomenal deterioro económico y operativo.
A causa de esta situación, en 2008 la empresa fue reestatizada y paso a ser nuevamente la compañía de bandera.
Recorriendo la historia, en 1990, luego de que se cambiara su tipo societario de Sociedad del Estado a Sociedad Anónima (ARSA), la empresa fue vendida por el gobierno de Carlos Menem a la estatal española Iberia.
La compañía se transfirió sin ningún pasivo, ya que antes el Estado absorbió su deuda. Iberia abonó 1.610 millones de dólares en títulos públicos y apenas 260 millones en efectivo, para conseguir el dinero se endeudaron y transfirieron el pasivo a la cuenta de la propia Aerolíneas Argentinas.
Vendieron oficinas comerciales en el país y el exterior, los simuladores de vuelo y las 28 aeronaves que conformaban la flota.
También desmantelaron los talleres y levantaron decenas de rutas y escalas.
En julio de 1992 el Estado argentino asumió el 28% de las acciones que sumado al 10% que tenía desde el inicio de la privatización alcanzaba el 33%.
Otros socios minoritarios de nacionalidad argentina, incluyendo los trabajadores, sumaban junto al Estado argentino el 51%. Iberia sólo retenía el 30% mientras que el resto en torno al 19% de las acciones, estaba en manos de varios bancos españoles.
En 1996 ingresaron como accionistas bancos de Estados Unidos, entre los que se encontraban Merrill Lynch, Bankers Trust, junto con American Airlines.
La situación no mejoró y en el año 2000 se declararon en convocatoria de acreedores.
En junio de 2001, Aerolíneas sufrió la peor crisis en su historia, se suspendieron vuelos a siete destinos internacionales y la aerolínea entró en convocatoria de acreedores (suspensión de pagos) y en julio del mismo año, la aerolínea Aero Continente presentó a la SEPI una oferta de compra de la empresa argentina por 100 millones de dólares.
En octubre del 2001, el control de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas fue cedido al Grupo Marsans (un consorcio español formado por las aerolíneas privadas Spanair y Air Comet), que adquirió el 92,1 % de las acciones.
Air Comet se equipó a través de las empresas del Grupo Aerolíneas, se basaron en los negocios de las empresas del Grupo Aerolíneas para apalancar el crecimiento de unidades de negocios distintas, como Air Comet Europa, Air Comet Chile, Marsans Internacional Argentina y Marsans Internacional Chile" que hizo llevar a Aerolíneas a un estado de precariedad extrema.
En tanto, el Grupo Marsans transfirió dinero, aviones y combustible para mantener las operaciones de Air Comet y Air Comet Chile.
En ese marco, el 10 de julio de 2008, representantes del Estado argentino dentro del directorio del Grupo Aerolíneas denunciaron a la empresa ante la justicia, solicitando la intervención judicial.
Días después, el 17 de julio de 2008, durante un acto de inauguración de obras realizadas en el Aeropuerto Internacional de Resistencia, Chaco, la por entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció el proyecto de ley para la estatización de Aerolíneas Argentinas, Austral Líneas Aéreas y las demás empresas pertenecientes al Grupo Aerolíneas Argentinas.
Con información de Télam