(Por Leandro Selén) La inflación fue sin dudas una de las principales dificultades con las que tuvo que lidiar el Gobierno en un año signado por la reactivación de la economía que, a su vez, trajo aparejada una recomposición de precios relativos pero también un aumento en los costos de los insumos importados.
Tras el parate económico registrado en 2020 por la pandemia de coronavirus, la reactivación verificada en 2021 a nivel mundial con el levantamiento de las restricciones, desató también un proceso inflacionario de características globales.
En la Argentina, un país en el que el problema de la inflación es persistente, el Gobierno puso en marcha una batería de medidas para intentar controlarla, que incluyó al programa Precios Cuidados, que no sólo abarcó productos esenciales como alimentos, bebidas, artículos de higiene y limpieza, sino también a los insumos del sector de la construcción.
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Además, tomó una medida muy dura para frenar un proceso inflacionario en la carne que llegó a duplicar al de los precios generales.
En junio restringió las exportaciones al 50% de lo vendido al exterior el año pasado, y prohibió el envío de 12 cortes denominados populares, como el asado, el vacío, el matambre, la falda y la paleta.
Esta decisión se tradujo en una reducción del 3% en el precio de venta al público entre julio y octubre último, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
De todos modos, la inflación, que había comenzado un paulatino sendero de desaceleración en abril, luego de que en marzo marcara el pico anual con 4,8% y alcanzara en agosto al 2,5%, tuvo un rebote alcista y puso en alerta nuevamente al Gobierno.
Consciente de la necesidad de una estrategia más dura, el Poder Ejecutivo definió a comienzos de octubre reemplazar a la titular de la Secretaría de Comercio Interior, Paula Español, por Roberto Feletti, ex viceministro de Economía en el primer mandato de la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Feletti asumió con la responsabilidad de frenar un nuevo brote inflacionario, en medio de una situación mundial donde los países centrales mostraban aumentos de precios en sus economías de los más altos en décadas.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en los Estados Unidos la mayor cifra en más de 30 años; en Japón, en 40 años; en la Unión Europea, la más alta en 24 años con Alemania en niveles que no se veían hace 28; y en el Reino Unido, con la cifra más elevada en 10 años.
En medio de este escenario, Feletti llamó a productores, industriales y comercializadores a alcanzar un acuerdo de precios que diera previsibilidad por tres meses, y permitiera no sólo contener el avance de la inflación, sino también planificar un esquema de precios para 2022 que no supere los aumentos salariales.
Ante la falta de respuesta, el Gobierno avanzó unilateralmente con un programa de precios congelados desde el 1 de octubre y hasta el 7 de enero próximo, y luego abordó otro producto sensible al bolsillo de los consumidores: los medicamentos.
En este caso y con el antecedente de la canasta de supermercados, los laboratorios se avinieron a cerrar con el Gobierno un acuerdo de precios congelados desde el 1 de noviembre y hasta el 7 de enero.
Tras estos dos acuerdos, Feletti junto con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, volvieron sobre la cuestión de la carne.
Por un lado, Domínguez anunció el plan ganadero GanAr por los próximos dos años, que contempla la liberación de la exportación de las vacas de conserva y manufactura pero mantiene la prohibición para los envíos al exterior de siete cortes populares, entre ellos el asado y el matambre.
Por el otro, Feletti acordó con frigoríficos exportadores, que para las fiestas de fin de año habilitarán una oferta adicional de carne de 20.000 toneladas a precios accesibles para el mercado interno.
Finalmente, conversaciones con frigoríficos que atienden el mercado interno y supermercados mediante, se anunció un aumento de la oferta de cinco cortes de carne vacuna en todo el país, con precios que serán sensiblemente inferiores al valor actual del mercado.
A todo esto, Comercio Interior comenzó a delinear los pasos a seguir más allá del 7 de enero cuando termina el congelamiento de precios, y empezó la reelaboración de la canasta de productos de precios máximos, con el consenso de todas las empresas participantes.
Como todas las empresas que participan del + Precios Cuidados registraron aumentos en sus ventas, manifestaron su disposición a consensuar una nueva canasta de recambio.
Tras reunirse con representantes de más de 100 empresas productoras de alimentos y bienes de consumo masivo, Feletti anunció que habrá "un acuerdo de vigencia de un año con un piso en torno de los 1.350 productos sobre los cuales se va a hacer un acuerdo de corrección mensual revisable trimestralmente".
En este marco de acuerdos, congelamiento de precios y restricción de exportaciones, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer esta semana el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre que dio cuenta del éxito de las medidas tomadas hasta el momento, ya que la variación respecto al mes anterior fue de 2,5% la más baja del año junto con la de agosto.
Con información de Télam