A fines de julio vence la moratoria previsional para las mujeres con 60 o más años a quienes les falta años de aportes para completar los 30 años requeridos por la ley para jubilarse. El proyecto de ley para flexibilizar el plan de pagos que presentó una facción del Frente de Todos puso en escena los problemas que tiene la población para jubilarse ante los altos niveles de informalidad y conflictividad laboral.
La importancia de las moratorias es clave para comprender como se compone el sistema previsional. A partir de 2004 comenzó a flexibilizarse el estricto marco normativo que restringía el acceso a las prestaciones previsionales, con la sanción de las Leyes 25.865 y 25.994 y mediante los decretos 164/04 y 1454/05, entre otros instrumentos legales. Así, a través del Plan de Inclusión Previsional se comenzó a incorporar a millones de adultos mayores que se encontraban desprotegidos por el régimen general de jubilaciones y pensiones.
El impacto de esta primera moratoria, entre 2003 y 2010, derivó en que la cantidad de jubilaciones y pensiones del sistema nacional pasaron de 3,2 millones a 5,6 millones (+75%). En ese período la tasa de cobertura del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) se incrementó casi un 60%.
A partir de 2014, a través de la Ley 26.970 se estableció una nueva moratoria que permitía regularizar años de servicio hasta el año 2003 (la anterior permitía hacerlo hasta 1993). Esta moratoria tenía vigencia hasta el año 2016 y fue prorrogada, sólo para las mujeres de entre 60 y 64 años con vencimiento en 2019, cuando nuevamente fue prorrogada.
A diciembre de 2021, el 65% de las jubilaciones fueron derechos alcanzados a través de las moratorias previsionales. De estas 3,3 millones de jubilaciones por moratorias, casi 3 de cada 4 tienen como titular a una mujer. Asimismo, del total de jubilaciones de mujeres, casi 8 de cada 10 fueron obtenidas por moratorias previsionales.
El problema histórico de la falta de aportes
Las crisis recurrentes suelen impactar en incrementos sustanciales en la tasa de desempleo y elevados índices de informalidad. Esto se refleja en trayectorias laborales interrumpidas que obstaculizan alcanzar los requisitos de años de aportes necesarios para acceder a una jubilación ordinaria.
Según los datos extraídos del Boletín Estadístico de la Seguridad Social (BESS) de diciembre de 2021, entre 6 y 7 de cada 10 varones no alcanzan con los requisitos de aportes. Para el caso de las mujeres de 59 años, considerando que en promedio tienen 2 hijos/as y computan aportes gracias al reconocimiento de las tareas de cuidado, sólo 2 de cada 10 alcanzaría o ya alcanzó el requisito de aportes para poder jubilarse.
Al mismo tiempo, alrededor de la mitad de los varones de 64 años tienen menos de 10 años de aportes registrados y casi 7 de cada 10 mujeres de 59 años también registran menos de 10 años. Además, la proporción de mujeres que tienen menos de 1 año de aportes registrados asciende al 35%. Considerando sólo aquellas personas que tienen al menos un año completo de aportes registrados en el SIPA, las mujeres de 59 años, en promedio, registran 12 años de aportes. Por su parte, los varones de 64 años en la misma situación, registran en promedio, 15 años de aportes.
El valor de las moratorias y las mentiras para criticarlas
Desde los espacios conservadores se suelen esgrimir posturas críticas contra las moratorias previsionales, argumentando que, el permitir que se jubilen personas sin sus aportes completos desincentiva el trabajo formal y el pago de los aportes. Sin embargo, los datos reflejan otra realidad.
Al observar la evolución del porcentaje de aportantes sobre el total de la Población Económicamente Activa (PEA) y del porcentaje de beneficios con moratorias sobre el total de beneficios previsionales entre 2003 y 2015, puede identificarse que la tendencia alcista de la proporción de aportantes sobre la PEA se mantuvo en ese lapso (en 2015 llegó al pico del 82,5%), sin verse interrumpida la aplicación de las moratorias.
La flexibilización en los requisitos para acceder al sistema previsional permitió incrementar la cobertura previsional en los últimos años. De hecho, el 65% del total de jubilaciones actuales fueron obtenidas a través de moratorias.
Miles de personas pueden quedarse sin moratoria
Ante el vencimiento de la moratoria 26.970 en julio de 2022, entre 100 mil y 120 mil mujeres de entre 60 y 64 años podrían quedar sin jubilarse en la segunda mitad del 2022. Ante esto, se presentó recientemente ante el Senado el Plan de Pago de Deuda Previsional, una política de inclusión previsional que permitiría que alrededor de 800 mil personas accedan a su jubilación en su primer año y medio de vigencia.
Durante la segunda mitad del 2022, 500 mil personas podrían acceder a su jubilación y la inversión neta ascendería al 0,025% del PIB. A su vez, durante el 2023, terminarían de acceder a su jubilación el total de las 800 mil personas y la inversión llegaría al 0,267% del PIB.
Se supone un ingreso paulatino del primer stock de 500 mil personas, a razón de 100 mil personas por mes. Por otro lado, dada la posibilidad de regularizar años hasta 2008, este proyecto permitiría acceder a una jubilación a casi todas las personas mayores de 65 años que hayan vivido en el país durante la mayor parte de su vida activa.
Por este motivo, según apuntó un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, es de esperar una merma en las altas PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), al menos durante los primeros meses. Durante los últimos tres años, el promedio de altas PUAM fue cercano a los 50.000 casos, con lo cual, más de 20 mil altas PUAM serían evitadas durante el segundo semestre de 2022, ya que estas personas podrían ingresar en el plan de pago de deuda previsional y acceder a una jubilación que, además de que eventualmente el monto a cobrar será íntegro, genera el derecho a pensión.
De esta forma, se estima que cerca de 850 mil personas que están a 10 años o menos de cumplir con la edad jubilatoria podrían aprovechar esta política para cancelar anticipadamente períodos adeudados y poder jubilarse al momento de cumplir la edad jubilatoria.
Cabe destacar que la Ley 26.970 es la vía por la cual se genera la mayor cantidad de altas jubilatorias en la actualidad. Según datos del proyecto de ley, dos de cada tres altas de jubilaciones fueron por alguna de las dos moratorias durante el primer trimestre del 2022.