Los precios de los alquileres de departamentos en la ciudad de Buenos Aires registraron en junio incrementos de entre 8,3% y 18,9% mensual, según la ubicación y la cantidad de ambientes, de acuerdo con el relevamiento difundido hoy por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). El informe señaló que los incrementos respecto de los valores de mayo fueron de 18,9% en los monoambientes, 8,3% para los departamentos de dos ambientes y 12,5% en los de tres ambientes, en un mes en el que la inflación nacional fue de 7,8% y la de la Ciudad de Buenos Aires de 7,5%.
También indicó que los aumentos acumulados en los últimos doce meses fueron de 144,4% para los monoambientes porteños, de 124,1% para las unidades de dos ambientes y de 125% para los de tres, en un período en el que la inflación ascendió al 114,2%, según el INDEC. La entidad precisó que la media de los monoambientes ofertados en la ciudad es de $110.000, por lo que el Salario Mínimo Vital y Móvil, que en junio es de $ 87.987 alcanza para cubrir 79,99% de un alquiler, una cobertura inferior a la de 91,36% del mes anterior.
Por otra parte, la mediana de las ofertas de departamentos de dos ambientes es de $130.000 y de los de tres ambientes $180.000, con una cobertura del salario mínimo del 67,68% y el 48,88%, también menos que en mayo, cuando respectivamente la cobertura fue de 70,43% y 52,82%. "Los valores expresados anteriormente no incluyen expensas, las cuales alcanzan en promedio el 12,9% del costo del precio de oferta de un alquiler", agregó la entidad dirigida por el economista Andrés Asiaín.
También indicó que "en cada categoría, los precios varían en función de otras características propias (tales como antigüedad, si posee cochera, etc.) y de su entorno (infraestructura, disponibilidad de transporte, cercanía a centros comerciales entre otras)". El Índice para Contratos de Locación, que regula la actualización de los alquileres dentro de un contrato ya vigente, muestra un incremento interanual de 100% al primer día hábil de junio,14,2 puntos porcentuales menos que la inflación.
El CESO destacó que "en la Ciudad de Buenos Aires, los altos precios impiden a gran parte de la población alquilar siquiera un monoambiente medio, empujándoles hacia zonas con infraestructura y servicios de menor calidad". "El contexto de aceleración inflacionaria suma incertidumbre a la hora de tener que fijar valores que van a regir durante 12 meses", agregó, además de señalar que esa situación "se viene traduciendo en altos valores de entrada que, si bien con los ritmos de inflación actuales se licúan rápidamente, constituyen una barrera significativa para ingresar en un nuevo alquiler".
Precios de renovación en julio
La inflación no da tregua, la ley no cambia y el índice anual de aumento a aplicar a partir de julio se mantendrá en preocupantes tres cifras. A partir del 1° de julio se deberá aplicar una suba del 103, 14%, variable que aún será más alta para quienes les corresponda revisar valores a partir del 15 del mismo mes, fecha en la que se llegará a una actualización del 106,11%, la más alta desde que está en vigencia la Ley 27.551. El año pasado, para misma fecha, el índice de actualización aplicado fue casi la mitad del actual: llegó a 57,45%.
Frente a esta situación se mantiene un mercado más que escaso de oferta, lo que está poniendo en jaque a quienes no tienen casa propia y se enfrentan a una legislación que no les deja otra alternativa que sufrir las consecuencias del impacto inflacionario.
Estos porcentajes que se implementan en esta veta del mercado inmobiliario surge del Índice para Contratos de Locación (ICL), que el Banco Central construye a partir de dos variables: inflación y salarios. La primera tiene parámetros desde clásico Índice de Precios al Consumidor (IPC) que publica cada mes el INDEC. Para los sueldos se recurre a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) que publica la Secretaría de Seguridad Social con periodicidad mensual.
La ley en cuestión se sancionó en 2020 y quienes entonces firmaron los primeros contratos recién este año, en esta época del año, lo están finalizando, ya que el período de acuerdo entre propietario e inquilino es de tres años. El mecanismo implementado ha generado multiplicidad de críticas. Tantas que en ámbitos legislativos se insiste con varios proyectos desde distintas bancadas tendientes a modificar la norma que recibe cuestionamientos por igual de dueños y quienes les alquilan.