Los precios mundiales de los alimentos subieron en agosto después de dos meses consecutivos de caída, impulsados por las fuertes ganancias del azúcar, los aceites vegetales y algunos cereales, informó el jueves la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La agencia, con sede en Roma, también dijo en un comunicado que las cosechas mundiales de cereales llegarían a casi 2.788 millones de toneladas en 2021, por debajo de su estimación anterior de 2.817 millones de toneladas, pero aún por encima de los niveles de 2020.
El índice de precios de la FAO, que mide las variaciones mensuales para una canasta de cereales, oleaginosas, productos lácteos, carnes y azúcar, promedió 127,4 puntos el mes pasado en comparación con la cifra revisada de 123,5 en julio, que inicialmente se informó como 123,0.
En la comparación interanual, los precios subieron un 32,9%.
El índice de precios de cereales de la FAO avanzó un 3,4% en agosto con respecto al mes anterior, con expectativas de cosecha más bajas en varios de los principales exportadores.
El índice de azúcar de la FAO subió un 9,6% desde julio, impulsado por las preocupaciones sobre los daños causados por las heladas a los cultivos en Brasil, el mayor exportador de azúcar del mundo. Las buenas perspectivas de producción en India y la Unión Europea ayudaron a mitigar estas preocupaciones.
Los precios del aceite vegetal aumentaron un 6,7%, y los precios del aceite de palma alcanzaron máximos históricos debido a las preocupaciones sobre los niveles de producción y las reducciones de inventario resultantes en Malasia. También aumentaron las cotizaciones del aceite de colza y el aceite de girasol.
Los precios de la carne subieron ligeramente en agosto, ya que las fuertes compras de China apoyaron los precios de la carne de ovino y bovino y la sólida demanda de importaciones de Asia oriental y Oriente Medio elevó los precios de las aves de corral, dijo la FAO.
El índice de precios de los productos lácteos bajó ligeramente en el mes.
La FAO dijo que la caída en su estimación de la producción mundial de cereales este año fue provocada por las persistentes condiciones de sequía en varios de los principales países productores.
Entre los principales cereales, el pronóstico para la producción de trigo registró la mayor revisión a la baja (15,2 millones de toneladas desde julio a 769,5 millones de toneladas) debido principalmente a las condiciones meteorológicas adversas en Estados Unidos, Canadá, Kazajistán y Rusia.