Los precios mundiales de las commodities alimenticias registraron en mayo una nueva caída, marcando el nivel más bajo en dos años; según consignó hoy el indicador de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice, que registra los cambios mensuales en los alimentos más intercambiados en el mundo, promedió 124,3 puntos en mayo, 2,6% más que en el mes anterior y 22,1% por debajo de los récords que registró en marzo de 2022, tras la invasión de Rusia a Ucrania.
En mayo la caída se vio especialmente motivada por los descensos registrados en la mayoría de los cereales de referencia, los aceites vegetales y los productos lácteos, que superaron con creces a las alzas que hubo en el azúcar y las carnes.
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En el caso de los cereales, los precios cayeron 4,8% mensual y ya acumulan un descenso de 25,3% respecto de hace un año.
Esto se debe en gran parte al optimismo de las previsiones para la próxima campaña 2023/24: la FAO calcula un crecimiento de 1% en la producción global para alcanzar los 2.813 millones de toneladas.
Los valores internacionales del trigo descendieron 3,5%, reflejando las perspectivas de una amplia oferta en la próxima campaña de 2023/24.
También colaboró la geopolítica, con la extensión de la iniciativa del Mar Negro, acuerdo mediado entre Rusia y Ucrania que permite el paso de embarcaciones con alimentos por esa vía marítima.
El maíz, en tanto, tuvo una merma del 9,8% que, al igual que en el trigo, se vio motivada por los pronósticos favorables de oferta, con revisiones al alza en Brasil y Estados Unidos, a lo que se suma una cancelación de compras por China.
Los precios de la cebada y el sorgo también bajaron 9,5% y 9,7%, respectivamente, debido al descenso en los demás cereales; mientras que el arroz marca una excepción al registrar alzas por la menor oferta en algunos exportadores como Vietnam y Pakistán.
Los aceites vegetales en sus variedades de palma, soja, girasol, y colza registraron una caída aún más pronunciada que los cereales con un descenso del 8,7% mensual y de 48,2% en el dato anualizado.
Los de palma registraron una menor demanda importadora junto con mayores perspectivas de oferta.
Este último punto es compartido por el de soja, gracias a una cosecha superior a la esperada en Brasil y amplios stocks en Estados Unidos, y por la abundancia de disponibilidades también cayeron los de colza y girasol.
En lo que respecta a los lácteos, su índice cayó 3,2% mensual y 17,7% anual.
La baja de mayo fue motivada por el fuerte descenso en los precios de quesos por las altas disponibilidades y la mayor oferta estacional de leche en el hemisferio norte
Sin embargo, la leche en polvo registró su primera suba en diez meses por la mayor demanda desde el norte asiático, al igual que la manteca.
Al contrario de otras commodities, las carnes (con excepción de la ovina) siguen con su racha de ascensos -con su cuarta suba mensual consecutiva- con una alta demanda importadora de aves de corral, especialmente desde Asia; y el temor por problemas en la oferta a corto plazo por los brotes de gripe aviar.
La carne bovina también subió por la alta demanda global hacia la producción brasileña y la reducida oferta en Estados Unidos; mientras que la porcina registró una ligera suba debido a limitaciones de oferta por los altos costos de producción y enfermedades animales.
Por último, el azúcar subió 5,5% mensual y 30,9% anual, debido a la preocupación por las disponibilidades en la próxima campaña por el fenómeno de El Niño, que se suma a una campaña de 2022/23 que estuvo lejos de las expectativas.
También influye la suba en el precio internacional del petróleo, lo cual eleva la demanda de alternativas como el etanol realizado en base a caña.
Con información de Télam