El director para Emergencias y Resiliencia de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió hoy que la situación global de inseguridad alimentaria es muy preocupante, y destacó la tarea de ayuda del organismo en África y Afganistán.
A nivel global la situación de inseguridad alimentaria es muy preocupante, advirtió Paulsen en una entrevista con la agencia Europa Press.
El funcionario de la FAO hizo énfasis en optimizar la respuesta ante los casos de inseguridad alimentaria grave, que ya asciende a 222 millones a nivel mundial, según datos del año pasado.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
En ese sentido, remarcó que los casos desde 2016 o 2017 aumentaron no sólo en términos globales, sino a nivel de gravedad, de porcentaje de población.
Las tendencias son muy, muy preocupantes, advirtió, y llamó a una respuesta a nivel global.
Uno de los elementos más importantes sería empezar desde el punto de vista de los afectados. Escuchar lo que piden, lo que quieren como apoyo, las que dicen que son sus necesidades más importantes, en lugar de empezar desde el punto de vista de lo que yo puedo dar, apuntó Paulsen.
Si bien los casos son distintos, hay ciertos rasgos en común en todas las crisis alimentarias, según el directivo.
La gente pide tener la tranquilidad de valerse por sí misma, pide paz y casi siempre pide apoyo para poder llevar a sus hijos a la escuela, indicó, y recordó que en su gran mayoría, la gente afectada por las crisis vive en zonas rurales.
En ese marco, pidió reforzar el apoyo en actividades de agricultura, que al día de hoy representa sólo el 40% de la respuesta humanitaria en situaciones de crisis alimentaria.
Sería importante mirar siempre no sólo cómo apoyar a las familias que tengan necesidades al día de hoy, sino acompañarlas para buscar cómo adaptar su forma de vida para hacer frente a la crisis climática, que es una realidad que nos toca a todos", explicó Paulsen respecto de cómo se debería brindar respuesta ante estas situaciones.
Si bien destacó que cada año los donantes han dado más y más recursos para que los organismos internacionales puedan responder a las crisis, recalcó que esto no evita que exista una brecha entre necesidades y recursos.
El funcionario de la FAO dio como ejemplo el trabajo del organismo en Afganistán donde entrega semillas, fertilizantes y apoyo técnico para que las personas puedan cultivar lo que necesitan para comer, abarcando a más de seis millones de personas, equivalente a casi el 50% de la población rural que se encuentra en situación de crisis alimentaria aguda.
Es una intervención que por US$ 220 por familia de siete personas con estas semillas, fertilizantes y un poco de seguimiento técnico, permite cultivar todo lo que necesitan a nivel calórico para un periodo de 12 meses", afirmó, e indicó que si compraban dichos insumos en el mercado local hubiera costado cuatro o cinco veces más.
Paulsen también se refirió a la grave situación alimentaria en la zona del Cuerno de África, que acumula seis campañas consecutivas de sequía.
El gran desafío al que hemos hecho frente en el Cuerno de África es, francamente, la falta de recursos. No sólo el monto de los recursos, sino cuándo los donantes nos dan los fondos para empezar las actividades, explicó.
Según indicó el funcionario, más del 70% de la población del área está en una crisis humanitaria, y destacó que el organismo trabaja en zonas donde incluso hay dificultades para el acceso físico, como es el caso de las de Somalia bajo control del grupo terrorista Al Shabaab.
Tanto en Afganistán como en África, la FAO trabaja con granos refinados para tolerar sequía, o que pueden desarrollarse a temperaturas más bajas.
Una cuenta pendiente es el acceso hídrico: según Paulsen, en el Cuerno de África existe agua a través de acuíferos y aguas subterráneas, pero aún falta resolver cómo dar un mejor acceso a esa agua.
Con información de Télam