La Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó hoy que el valor de las exportaciones en la región crecerá en un 25% este año, luego de haber registrado una caída del 10% en 2020, aunque advirtió por la ralentización y el contexto de incertidumbre en las perspectivas del comercio para el año entrante.
El organismo en su informe anual Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2020, estimó un incremento del 25% en el valor de las exportaciones de bienes en la región (34% si se tiene en cuenta sólo a América del Sur), impulsadas por un alza de 17% en los precios y un 8% en el volumen exportado.
El alza en las exportaciones de bienes, según consigna la Cepal, se explica principalmente por el aumento de los precios de los productos básicos, sobre todo minerales, hidrocarburos y productos agroindustriales, más que por el volumen.
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China sigue perfilándose como un socio estratégico para la región, con un crecimiento de exportaciones proyectadas del 35% para 2021, es decir, por encima del promedio general; mientras que los envíos para la Unión Europea y Estados Unidos totalizarían una suba del 23% y 19% respectivamente.
Las exportaciones intrarregionales se incrementarían, en tanto, un 33%, aunque su participación en las exportaciones totales de la región se ubicará en un 13% por debajo de su máximo histórico del 21% alcanzado en 1994 y 2008.
En tanto, las importaciones de la región aumentarían en un 32% motorizadas, al contrario de las exportaciones, por el volumen (20%) y, en segundo lugar, por los precios (12%), con una caída de la participación de los bienes de capital.
La fuerte recuperación de las importaciones generarán un menor superávit comercial en la región respecto al del 2020, pasando de US$ 64.000 millones a US$ 24.000 millones en 2021.
Por el contrario, los servicios (donde la región depende, sobre todo, del turismo) se muestran más rezagados.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, presentó en conferencia de prensa el informe, y destacó que la recuperación exportadora en la región es muy positiva.
No obstante, alertó que siguen existiendo debilidades estructurales al ser impulsada principalmente por los precios, los cuales estima que presentarán una ralentización durante 2022.
La funcionaria instó a los países de la región a una mayor integración productiva y comercial" para, de esa forma, diversificar las exportaciones hacia productos con mayor contenido de conocimiento y menor huella ambiental y reducir la exposición a shocks externos.
Avanzar hacia un mercado regional integrado es indispensable no sólo para generar escalas eficientes de producción y promover procesos de diversificación productiva y exportadora, sino también para alcanzar una mayor autonomía en sectores estratégicos, señaló Bárcena.
En ese marco, destacó el crecimiento del comercio digital en la región y urgió a una agenda para promoverlo, con las pymes en primer plano.
Del mismo modo, pidió incorporar a la economía circular en la agenda de los países y los acuerdos regionales, aumentando los insumos y los productos reciclados en las cadenas de sectores exportadores.
El informe, asimismo, dedica un capitulo a la vulnerabilidad de la región en la industria de la salud, que posee un persistente déficit comercial con sólo 1% de las patentes mundiales.
La integración regional es crucial si queremos avanzar en reducir la vulnerabilidad y la dependencia de la región, recalcó Bárcena, a la vez, destacó diversas iniciativas realizadas durante la pandemia para ganar autonomía, como los consorcios público-privados para fabricar vacunas y la puesta en marcha de la producción local de las mismas en países como Cuba, Brasil y la Argentina.
Ya se producen localmente ventiladores, respiradores, mascarillas. Lo que necesitamos es un mercado de escala hacia esa dirección, agregó.
Respecto de las perspectivas para 2022, la CEPAL espera una ralentización en la economía mundial y regional, con las exportaciones e importaciones regionales creciendo en un 10% y un 9% respectivamente.
Según el informe, el comercio mundial se verá amenazado en 2022 por diversos factores de incertidumbre incluyendo al desigual ritmo de vacunación, las nuevas variantes del virus, las presiones inflacionarias, el limitado margen para mantener los estímulos fiscales (sobre todo, fuera de los países desarrollados) y los riesgos generados por el sector inmobiliario de China, así como el alza en los fletes marítimos, cuyo costo promedio subió más del 660% desde junio de 2019..
Bárcena indicó que el escenario para los próximos años será el de una regionalización-globalizada, donde se acortarán las cadenas de suministro y cobrarán un rol cada vez más importante los acuerdos megarregionales.
Con información de Télam