El 52% de los alemanes modificó sus hábitos de consumo, impactados como consecuencia de una inflación que es inédita desde la reunificación del país a principios de la década de los 90.
Para hacer frente a la suba de los precios, la mayoría de los consumidores germanos comenzó a reducir sus compras adquiriendo sólo lo que realmente necesitan, según una encuesta de la consultora de mercado NielsenIQ difundida por la agencia de noticias alemana DPA.
De acuerdo con el sondeo, alrededor del 44% prescinde de los productos divertidos o de lujo, y un 31% intenta reducir las visitas a los restaurantes.
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En tanto, alrededor del 30% de las 10.000 personas encuestadas afirmó que se encontraba comprando menos.
Sólo un 10% no se encuentra preocupada por la inflación, principalmente personas con ingresos altos.
"Lo que llama la atención es que cada vez más gente se pregunta qué es de lo que pueden prescindir y lo hacen", señaló Lothar Staiblin, experto de NielsenIQ.
Staiblin explicó que, con motivo de la inflación, los alemanes usan diversas estrategias de ahorro y se muestran predispuestos a cambiar sus hábitos para tal efecto.
Comparan más los precios, prestan más atención a las ofertas especiales, se decantan por productos más baratos o compran más a menudo en negocios de descuento", ejemplificó.
Incluso, pueden llegar a sustituir productos, cambiando la manteca por margarina, bebiendo agua de la canilla en lugar del agua mineral, o dejando de comprar desodorante.
Cuanto más dure la crisis, más aprovecharán las personas las oportunidades de ahorro, agregó Staiblin.
Impactada por las consecuencias del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que llevó a un fuerte incremento en el precio de la energía, los precios de la principal potencia europea continuaron en alza en octubre pasado y registraron un 11,6%, de acuerdo con la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Además de la suba de la energía (+43% anual), los precios se vieron impulsados por los cuellos de botellas y los significantes aumentos de precios en los procesos de producción ´aguas arriba, según detalló Destatis.
Los alimentos también se ubicaron por encima del promedio general al subir un 20,3%, marcando subas los aceites (+49,7%), huevos y productos frescos (+28,9%), vegetales (+23,1%); y panes y cereales (+19,8%).
De hecho, si no fuera por los alimentos y la energía, la inflación núcleo de octubre fue del 5%, menos de la mitad del índice general.
A la inflación se le suma la desaceleración en la economía: si bien Alemania evitó por poco una contracción durante el tercer trimestre, el Bundesbank prevé que la producción se retrotraerá considerablemente en el próximo invierno boreal, de la mano de la inflación y la crisis energética.
Como respuesta al impacto en los hogares, el gobierno alemán invertirá US$ 55.500 millones en un paquete de medidas para aliviar el impacto de los precios de la energía, entre las cuales se incluirá un tope en las facturas para los hogares y empresas.
El paquete fiscal, que debe ser aprobado por el parlamento y estará vigente hasta abril de 2024, estipula un tope de 12 centavos de euro por kilovatio horario hasta el 80% del consumo.
Para financiar los subsidios, Alemania usará un fondo de 200.000 millones de euros creado para combatir la inflación, pero además se valdrá de la creación de un nuevo impuesto a las Ganancias extraordinarias de las empresas energéticas.
Con información de Télam