Las órdenes de pedidos en la industria de Alemania registraron un desplome de 10,7% mensual en marzo, consecuencia de la desaceleración en la demanda global que recrudece el panorama para los próximos meses en la principal economía europea.
La caída del 10,7% fue la mayor desde abril de 2020, momento del pico de restricciones por la pandemia de coronavirus, y marcó además un fuerte contraste al incremento de 4,5% de febrero, según los datos proporcionados por la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis) y difundidos por las agencias de noticias Bloomberg y DPA.
También superó las previsiones de los economistas que estimaban un descenso de 2,3%.
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En la comparación interanual, las órdenes bajaron 11% mientras que, si se toma al primer trimestre en su conjunto, el aumento fue tan sólo del 0,2%.
El sector que más sufrió la caída fue la construcción de barcos, aviones y vehículos militares (-47,4%, además de la industria automotriz, metalurgia y la ingeniería mecánica); mientras que hubo un aumento en el sector farmacéutico.
Entre las categorías, los pedidos de bienes de capital cayeron 14,1% mensual, en los intermedios bajaron 7,5%; mientras que en los de consumo aumentaron 1,2%.
El Ministerio de Economía alemán, no obstante, recordó que los datos son volátiles y que, pese a todo, se espera “una recuperación económica para el resto del año”.
Las perspectivas de la industria alemana están atadas a lo que ocurra con la economía mundial.
Según Jörg Krämer, economista jefe de Commerzbank, los riesgos crecen en la industria dedicada a la exportación por la suba de tasas de interés en el mundo.
De hecho, la baja de pedidos fue más pronunciada en los provenientes del exterior (-13,3%) que en los efectuados dentro de las fronteras alemanas (-6,8%).
En tanto, Ralph Solveen, colega del mismo banco, explicó que se trata de un inconveniente para la industria alemana dado que su nivel de actividad depende de los nuevos pedidos.
“Claramente el dato contradice el rebote económico (para Alemania) que muchos pronósticos predicen para la segunda mitad del año. Por el contrario, el riesgo de una recesión se está elevando”, afirmó en una nota enviada a clientes.
La economía alemana se mantuvo sin cambios en los tres primeros meses del año, evitando una recesión –tras contraerse a fines de 2022-, pero por debajo de las expectativas de un rebote.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó ayer, luego de anunciar una nueva suba de tasas, que la economía europea tenia fuertes “divergencias” con un sector de servicios en crecimiento, pero, al mismo tiempo, una industria “con perspectivas que empeoran”.
Los índices PMI (de gerentes de compra) realizados por S&P Global también indican que, mientras los servicios se aceleran, la industria hace lo contrario de la mano de la menor demanda.
La incertidumbre acerca de la situación global se reflejó, asimismo, en los balances trimestrales publicados por el pujante sector automotriz alemán, en firmas como BMW, Volkswagen, y Mercedes-Benz.
Con información de Télam
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