"Una inflación en torno al 40 por ciento este año, si la economía crece, no es un mal resultado", asegura el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli. En una entrevista con El Destape, el economista habla de los factores que fogonean el tipo de cambio y la inflación, las retenciones, la caída del consumo interno, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los salarios, el ajuste presupuestario y la denuncia penal contra el macrismo por el endeudamiento del país. El ex funcionario insiste en que la clave es una política expansiva para reactivar la economía y lograr una recomposición real salario para estimular el consumo. "En los próximos meses el gasto va a tener que crecer a una velocidad mayor al que lo están haciendo los ingresos", sentenció quien también fuera director de la Anses.
La semana pasada la Cámara de Casación ratificó los sobreseimientos de Cristina Kirchner y de Axel Kicillof, además del extitular del Banco Central Alejandro Vanoli, y al actual presidente de la entidad, Miguel Pesce, en la causa judicial dólar futuro. "Fue mucho tiempo dedicado a indagatorias; dinero, por los costes de los abogados; energía y un gran daño moral. El hecho de que nos inhibieran todos los bienes también fue un disparate para algo que no es judicializable. Espero que haya un cambio en la Justicia argentina y no se persiga a funcionarios por aplicar políticas económicas y se la deje de usar como herramienta para presionar", explicó el director de la consultora Synthesis.
-El Gobierno impulsa una demanda penal contra el macrismo por el endeudamiento con el Fondo, ¿qué opina?
-He sido crítico de la política de Macri desde antes de que asumiera, porque sabía qué iba a hacer en los cuatro años: una política económica aberrante. Ahora, en espejo, yo no sé si eso implica algún tipo de delito. Me parece bien que la Justicia investigue, y no quiero ninguna venganza, quiero ser coherente. No debería criminalizarse una política económica. Ahora, si se incumplió alguna ley, esto debe ser penalizado. Habría que ver si en la autorización y --en todos los informes dicen que no-- hubo algún hecho que se tenga que investigar. Hay un hecho más universal y es que el FMI violó todos los estatutos al otorgar este mega préstamo en medio de una persistente fuga de capitales, violando su estatuto constitutivo. Habría que ver si también se violaron normas internas y eso tiene que investigarlo la Justicia.
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-¿Cómo ve la negociación con el Fondo?
La negociación está relativamente bien encaminada. En parte, porque el FMI tiene el antecedente de que el préstamo se otorgó en condiciones en que no debería haberlo hecho. Una investigación de la oficina independiente dentro del FMI ya reconoció esos incumplimientos. También por la situación de pandemia. La mayoría de los países tiene que hacer política expansiva, especialmente las economías que vienen de tres años de recesión. Está bien buscar el equilibrio macroeconómico, pero es necesario estimular el crecimiento para superar la crisis del macrismo y la de la pandemia. Por eso no veo margen para que el FMI pueda exigirle más ajuste a la Argentina. Sólo por sentido común.
-Lo ejecutado del Presupuesto ya muestra una aceleración del rumbo hacia el equilibrio fiscal.
-Creo que el Gobierno logró acumular ingresos fiscales desde octubre hasta comienzo del otoño porque veníamos de una corrida y de una situación muy inestable macroeconómicamente. Por otro lado, el gobierno se reservó recursos, porque se avecinaba una segunda ola y contempló la posibilidad de acumular recursos para aplicar cuando se complicara la situación sanitaria. Sin embargo, las cifras de caída del consumo interno y de la demanda hace necesario apuntalar el crecimiento. Si el plan de vacunación avanza, la necesidad de los cierres de la actividad se detendrán, pero es absolutamente ineludible para los próximos meses aplicar parte de este resultado en inversión social. El gasto va a tener que crecer a una velocidad mayor al que están mejorando los ingresos para sostener el nivel de actividad económica.
-Los gremios están comenzando a reabrir paritarias y la administración pública ya fijó porcentajes de aumentos superiores a la pauta de inflación prevista en el Presupuesto. ¿Los salarios le van a ganar a la inflación?
-El gobierno tiene el compromiso de que haya una recuperación real del salario. Por supuesto, tenía que defender lo más posible la proyección presupuestaria, pero una inflación en torno al 40 por ciento este año, si la economía crece, no es un mal resultado. Es una economía con inflación un poco más alta que el año pasado pero con crecimiento y recuperación del salario. Como parte de la puja tiene que ver con las expectativas y hay que trabajar para recuperar el poder de compra de los salarios. Esa va a ser la manera de sostener la actividad económica.
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-¿Qué hacer con la inflación?
-El Gobierno aplica tres anclas. Una es la cambiaria, con una pauta devaluatoria que trata de inducir una baja en la inflación con un tipo de cambio razonable. La otra es la convergencia de los salarios y y la tercera son las tarifas. Pero hay dos temas que están complejizando la situación. Uno es el precio de los commodities y los mecanismos para desvincular los precios internos y externos. El gobierno tiene que encontrar los instrumentos a través de las retenciones o el abastecimiento del mercado interno. Otro tema que es la recomposición de márgenes. Hay mucho por hacer en defensa de la competencia y sancionar los casos de abuso de posición dominante. Avanzar en la reglamentación de la ley de Góndolas está bien. Son cuestiones para que el consumidor tenga mayores herramientas, pero si hay un abuso de posición dominante que no se penaliza, eso va a generar problemas.
-¿Con lo que se está haciendo alcanza?
-Es necesario abordar el tema de la inercia inflacionaria y las expectativas. La inercia inflacionaria lleva más de seis años con un piso de 1,7 por ciento mensual. Los planes de estabilización económica también tienen que generar un freno a esa inercia. En el caso de las expectativas y acá hay una puja política. El Gobierno, en el plano cambiario, consiguió mostrar que puede administrar la volatilidad cambiaria en períodos electorales. En mayo y junio vamos a ver una baja en la inflación y que las causas no son la emisión de pesos ni un desborde presupuestario. Lo mismo pasó a fines del 2018 y principio del 2019, cuando Macri anunció el déficit cero y la contracción monetaria, y la inflación subió por el tema cambiario y cuestiones estructurales que no afrontaron. Entiendo que había que tener una moderación en el gasto, pero es momento de sostener la demanda. Sin descuidar el resto.