Durante febrero el gobierno Nacional envió al consolidado de provincias, sumando a la Ciudad de Buenos Aires 2,2 billones de pesos en concepto de coparticipación, leyes especiales y compensaciones, frente a 719.000 millones enviados durante igual período del año anterior. Si bien observó una variación nominal del 207,7 por ciento, cuando se descuenta la inflación del período, queda una caída real del 19,5 por ciento.
Esta caída es explicada principalmente por el mal desempeño en la recaudación del impuesto a las ganancias (-38,3 por ciento real interanual). La recaudación de IVA volvió a crecer en términos interanuales, pero evidencia un estancamiento en términos reales, con un alza de 3,5 por ciento interanual. En conjunto la recaudación de IVA e IIGG habría registrado una caída real interanual del 14,8 por ciento”, dice el informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
“En febrero de 2024 se observa un descenso de los Recursos de Origen Nacional de 20,2 por ciento en términos reales. En el mismo sentido, la Coparticipación Federal de Impuestos exhibió una caída de 16,2 por ciento interanual. El IVA evidenció una leve suba interanual mientras Ganancias redujo sensiblemente su recaudación en términos reales. En el mes anterior los guarismos de estos dos indicadores habían sido negativos: -11,5 y -8,4 por ciento respectivamente”, señala otro relevamiento, en este caso del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Esto implica que, mientras que las provincias vieron multiplicarse sus deudas por efecto de la devaluación de diciembre, en febrero tuvieron que afrontar una caída de las transferencias automáticas del gobierno nacional del orden del 20 por ciento. En ello se incluye la coparticipación federal de impuestos y las compensaciones y partidas estipulados por leyes especiales. Sería la peor caída de los últimos 45 meses, indican estudios privados. Sólo en recursos coparticipables (transferencias automáticas menos leyes especiales y compensaciones) habría caído un 15,4 por ciento real, destaca el reporte del IARAF.
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En relación a enero, la recaudación conjunta de IVA y ganancias (que representa el 54 por ciento de la recaudación nacional total) habría descendido un 16,7 por ciento en términos reales. Esta caída habría estado por encima del promedio de los últimos cinco años: que se ubica en torno a un descenso del 10 por ciento). “Al considerar la situación provincia por provincia, se advierte que todas exhibieron una caída en sus recursos de origen nacional en términos reales en febrero. Neuquén (-21,5 por ciento) y Buenos Aires (-21,4 por ciento) fueron las más afectadas y el promedio del conjunto se situó en 20,2 por ciento por debajo del año pasado”, señala CEPA.
En cuanto a las transferencias por coparticipación (CFI), todas las provincias exhibieron descensos reales en el mes de febrero. El promedio de todo el conjunto se situó un 16,2 por ciento debajo de 2023. A pesar de que en todos los casos la variación real fue negativa, hubo una amplitud de 5,9 puntos porcentuales, entre provincia de Buenos Aires (-21,6 por ciento), que fue la jurisdicción con mayor caída, y CABA (-15,7 por ciento), la de menor, lo que explica que los gobernadores se encuentren en pie de guerra con la administración nacional por el recorte de recursos, de acuerdo con las cifras que publica diariamente la página Presupuesto Abierto del Ministerio de Economía.
Las principales caídas, según el relevamiento diarios del Palacio de Hacienda, tienen lugar en recursos vinculados con la actividad económica. De todos modos, el Gobierno podría mostrar un nuevo mes con superávit, a partir de un bestial ajuste de partidas que incluyó medicamentos, jubilaciones y transferencias a provincias. Estos recortes conllevan un menor ritmo de actividad que atenta contra los futuros recursos tributarios, lo que deriva –si se sigue con la lógica de lograr el equilibrio fiscal a cualquier costo—de nuevos recortes presupuestarios.
En el caso del Impuesto a las Ganancias, se trata de la tercera mayor caída interanual en los últimos dos años, por detrás de diciembre de 2023 (-40,5 por ciento) y enero de 2024 (-39,1 por ciento). “De esta manera, se acentúa la performance negativa en la recaudación de este impuesto”, señala el CEPA. Previo a 2023, la tendencia de crecimiento real llevaba 24 meses con las excepciones de junio y octubre de 2021. Los anticipos en el pago de este impuesto, así como algunas modificaciones normativas probablemente hayan tenido que ver con la caída en su recaudación, conjuntamente con el impacto de la inflación.
Considerando las transferencias de Coparticipación, la recaudación por IVA creció 2,6 por ciento interanual en términos reales en febrero de 2024. “Como sucedió el mes pasado, la devaluación favoreció el desempeño del IVA aduanero, mostrando el resultado mencionado”, aclara el informe del CEPA.
Un informe de la consultora 1816 advierte sobre serios interrogantes sobre la sostenibilidad del superávit, que “hasta aquí se explicaron por licuación de gasto (jubilaciones bajaron más de 30 por ciento interanual en términos reales en enero), impuesto PAÍS (que habría que eliminar cuando se unifique), recesión (consumidores no convalidando precios) y un tipo de cambio oficial casi fijo (que, por ende, se aprecia fuerte en términos reales)”.
Las medidas adoptadas hasta el momento por el equipo económico que lidera el ministro Luis Caputo se centran principalmente en recortes de gastos y menos en medidas de estímulo a los ingresos tributarios. Por el contrario, se plantea desde el seno de La Libertad Avanza una economía que acentuará la informalidad y la primarización de la economía; lo que, por ende, derivará de un menor cobro de impuestos.