Lejos de que el ajuste se aplique a la casta política, por el contrario la peor parte la están pagando asalariados y jubilados. De no haber una recomposición extra, como un bono, en febrero la jubilación mínima habrá retrocedido a niveles de 2002. Del supuesto superávit que consiguió el Gobierno, el mayor esfuerzo para lograrlo recayó en la caída en términos reales de jubilaciones y pensiones.
Las jubilaciones y pensiones cayeron 32,5 por ciento interanual en enero en términos reales, es decir, teniendo en cuenta la inflación. La jubilación mínima en Argentina alcanzaría en febrero un valor real —es decir, expresado en términos de poder de compra— inferior al registrado durante la crisis económica de 2002. Este dato surge en un contexto donde el gobierno nacional logró un superávit fiscal en enero, un logro que, según el análisis, se basó en gran medida en la reducción real del gasto en jubilaciones y pensiones.
De acuerdo con el informe de IDESA, por equilibrar las cuentas públicas y mantener la meta de déficit cero tuvieron un impacto significativo en el poder adquisitivo de los jubilados. La reducción en el valor real de las jubilaciones y pensiones se identifica como el factor más decisivo detrás del superávit financiero de 0,2 por ciento del PBI logrado en enero. Fue el factor que más pesó y el sector que, hasta el momento, cargó con los mayores esfuerzos.
El análisis se basa en números publicados por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) que muestran qué partidas fueron las que explicaron el superávit en el mes. “Por un mayor retroceso en los gastos, básicamente vinculados a las prestaciones sociales, que la caída que sufrió la recaudación, durante enero la Administración Nacional registró un superávit financiero 77,2 por ciento real superior al obtenido en el mismo mes del año anterior”, sostuvo la OPC y detalló a continuación:
El superávit primario, que no tiene en cuenta el pago de intereses, fue 105,2 por ciento superior al obtenido un año atrás. Los ingresos totales se contrajeron 1,3% en la comparación interanual, impulsados por las caídas de los recursos provenientes de la Seguridad Social (-26,5 por ciento año a año) y del Impuesto a las Ganancias (-40,3 por ciento% año a año), parcialmente compensadas por las subas en el Impuesto PAIS (411,6 por ciento año a año) y en los Derechos de Exportación (88,5% año a año). Parte por la mejora del tipo de cambio, parte por cambios regulatorios.
Los gastos totales de la Administración Nacional registraron una caída real de 11,9 por ciento año a año en el primer mes del año y el recorte en los primarios llegó a 30,8 por ciento año a año.
Las jubilaciones y pensiones (-32,5% año a año), los programas sociales (-59,6% año a año) y los gastos en personal (-18,0 por ciento año a año) fueron los rubros que más contribuyeron a la reducción de los gastos. En los programas sociales influyó la ausencia de registro de algunos programas.