El ministro de Economía, Luis Caputo, volvió ponderar el superávit primario de julio conseguido sobre la base de un ajuste presupuestario con afectación directa sobre partidas sociales, alimenticias, y productivas. De acuerdo a lo informado por el Palacio de Hacienda, se registró un superávit primario de 908.253 millones de pesos y un resultado financiero deficitario de 600.957 millones. Desde el mundo distópico que construyen en La Libertad Avanza indicaron que “el resultado fiscal fue mejor a lo esperado, teniendo en cuenta que en julio se abonaron y los intereses duplicaron el promedio de intereses mensuales estimados en el año”. El Gobierno nacional sigue recortando recursos en vivienda, educación y políticas sociales y profundiza sus políticas de hambre.
De acuerdo a la información oficial, en los primeros siete meses del año, el Sector Público Nacional (SPN) acumuló un superávit primario de 1,4% del PBI y un superávit financiero de casi 0,4% del producto. ¿Pero a qué costo social?, sería la pregunta.
“En los primeros 7 meses del año el gasto primario acumuló una reducción de 31% interanual en términos reales. Los subsidios económicos se redujeron 39%, a pesar de que en julio impactó el pago de la transacción de CAMMESA de mayo, un mes que fue particularmente frío y tuvo un incremento significativo en los costos de generación eléctrica. La reducción de casi un tercio en el gasto público en términos reales se alcanzó priorizando a los sectores más vulnerables”, ironizaron desde el Palacio de Hacienda.
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Caputo informó que los gastos de capital tuvieron una caída interanual de 24%, discriminado en los siguientes sectores: transporte (-4%), educación (-76,7), vivienda (-79%), y otros (-53%). Esa categoría “otros” devela el ajuste planificado de la administración nacional.
El ajuste oculto
El Gobierno informó que las transferencias hacia el PAMI habían aumentado un 4% interanual de 4% (base caje). Sin embargo, el análisis pormenorizado realizado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), dio cuenta de otra realidad. Las transferencias para jubilaciones y pensiones registraron una merma acumulada de 22% en términos reales.
“Al comparar el poder de compra promedio de siete meses de 2024 respecto de igual período de 2023, prevalece una caída real de 29,2% interanual; en tanto, los haberes mínimos (con bonos) perdieron 18,5%”, puede leerse en el último informe de la OPC.
Otro ajuste sensible – invisibilizado en la comunicación oficial del Ministerio de Economía- ocurrió en el programa Potenciar Trabajo y sus continuadores (Volver al Trabajo y Acompañamiento social), con un ajuste en términos reales de 58,6%, explicado principalmente por la pérdida de poder de compra de las prestaciones. “El valor de los planes sociales no tuvo incrementos desde diciembre, arrojando una pérdida de poder de compra del orden de 46,5%”, agregó el trabajo de la OPC.
Las transferencias a las provincias tuvieron una caída real del 83% durante los primeros siete meses de gestión. La reducción estuvo impulsada por la menor ejecución en la asistencia financiera a provincias y municipios (-97,0%), empresas públicas (-70,7%), fondos fiduciarios (-75,1%). Los Aportes del Tesoro Nacional a las provincias (ATN) tuvieron una caída real de 52 puntos porcentuales. Tampoco se ejecutaron transferencias a las Cajas Previsionales Provinciales.
Políticas de hambre
Caputo también sostuvo su distópico superávit primario en base a una “ejecución planificada de la desigualdad”, tal como lo definió el dirigente de Unidad Popular, Claudio Lozano.
*El programa Políticas Alimentarias, que incluye la Tarjeta Alimentar, sufrió un recorte real en su alcance del 26% interanual.
*La actividad presupuestaria de Comedores Comunitarios y Merenderos, que forma parte del Programa de Políticas Alimentarias, cayó en 82% en términos reales.
* Las caídas las transferencias a comedores escolares fue del 43,2% en términos reales.
*El Plan Nacional de Primera Infancia registró una caída presupuestaria del 77%
* El Plan Nacional de Protección Social fue recortado en un 92%.
La administración Milei juega con la vida y la muerte. En materia de salud existen programas críticos que están virtualmente paralizados por falta de fondos: Acceso a Medicamentos, Insumos y Tecnología Médica (-44%), Respuesta al VIH, Infecciones de Transmisión Sexual, Hepatitis Virales, Tuberculosis y Lepra (-76%), Atención Sanitaria en el Territorio (-96%) y Fortalecimiento del Sistema Público de Salud (-82%).
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