En los primeros 10 meses del año, 15 de los 16 gastos nacionales bajaron interanualmente en términos reales, lo cual derivó en una caída real del gasto primario del 29 por ciento. Sorpresivamente, el único gasto que creció interanual fue el de asignaciones universales para la protección social (27 por ciento), de acuerdo a las estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
Al observar las estadísticas del Ministerio de Economía, 15 de los 16 componentes del gasto tuvieron descensos interanuales en términos reales. La excepción fue el gasto en asignaciones universales para la protección social (+27 por ciento). Los tres gastos que más cayeron fueron: transferencias de capital a provincias (-97 por ciento), inversión real directa (-71 por ciento) y transferencias corrientes a provincias (-67,8 por ciento).
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El incremento no es casual, sino que se inscribe en una estrategia clave para el Gobierno. Tras emprender un proceso de ajuste brutal sobre los ingresos de los sectores populares, la administración libertaria subió las partidas de protección, como la AUH, por encima de la inflación con el objetivo de mantener parte del apoyo de los más desfavorecidos e impedir que se dispare la línea de indigencia. Además, este tipo de medidas le permite excusarse ante el FMI cuando éste le reclama por prestarle atención a los bolsillos de los más pobres y suavizar los efectos del ajuste. No por bondad, sino por la necesidad de mantención de apoyo social de cara a las próximas elecciones.
Radiografía del ajuste
En el acumulado de los primeros diez meses del año, la reducción interanual del gasto público primario nacional base caja fue de $ 33 billones en pesos constantes de octubre. Del total de gastos que cayeron, se aprecia que las jubilaciones y pensiones soportaron el 24 por ciento (su participación en la caída disminuyó un punto respecto al mes anterior), la inversión real directa el 15 por ciento, las transferencias a provincias el 16 por ciento, subsidios a la energía el 10 por ciento y programas sociales el 11 por ciento, salarios el 8 por ciento, entre los gastos más importantes.
De esta forma, el superávit fiscal acumulado en los primeros 10 meses del año es equivalente al 0,5 por ciento del PBI, producto de un ajuste fiscal que respecto a 2023 es de 3,3 puntos porcentuales. Como resultado de la ejecución presupuestaria hasta registrada hasta octubre, el superávit primario fue equivalente a 1,8 por ciento del PBI.
Los ingresos totales del SPN en el mes alcanzaron los 9.358.314 millones de pesos (167,8 por ciento interanual). En lo que respecta a la recaudación tributaria, la misma presentó un crecimiento de 181,4 por ciento interanual, explicado principalmente por la variación de los ingresos correspondientes a los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social (213,2 por ciento), los Derechos de Exportación (219,8 por ciento), y Derechos de Importación (203,1 por ciento).