En medio de nuevas tensiones cambiarias, el Gobierno reforzó las restricciones a la compra de moneda extranjera y comenzó a promocionar el ahorro en pesos. El primer paso generó un salto inmediato de los precios del dólar en mercados paralelos, dado que la demanda para atesoramiento no se redujo, especialmente en las dos semanas que siguieron a los mayores controles donde el mercado operó en un escenario de feriado cambiario virtual. El segundo paso, estimular el ahorro en pesos, es el más difícil de dar para una población cuya huella traumática de devaluaciones y crisis financieras se mantiene abierta pero existen -y se prevé ampliar- mecanismos para impulsarlo.
Un repaso por distintas opciones de inversión permite encontrar la alternativa que mejor se adecúe al bolsillo de las familias con capacidad de ahorro y el perfil de riesgo que estén dispuesto a asumir. En términos rigurosos, en la primera parte del año todas las opciones le ganaron a la inflación, mientras que la cotización del billete verde fue a la zaga de los precios internos. De todos modos, el dólar para ahorristas sigue siendo el termómetro con el cual comparar el poder adquisitivo.
Las alternativas más a mano
Para la persona que prefiera un alternativa confiable y sencilla está el plazo fijo. A partir de un esquema de pisos que dispuso el Banco Central para este tipo de colocaciones, cualquier ahorrista puede acceder a una tasa de interés de 33,06% anual. Esta tasa es para colocaciones de hasta un millón de pesos y no varía el rendimiento sea el plazo de 30, 60 o 90 días. Es un instrumento de corto plazo y la tasa en pesos más alta del mercado.
Sin bien esa tasa permitió cubrirse de los precios hasta el momento, habrá que ver cómo impactará el nuevo esquema cambiario en los próximos meses. La inflación prevista para este año en el proyecto de presupuesto es de 32% interanual (para diciembre medido punta a punta).
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Dentro de los plazos fijos se encuentran opciones de indexación por UVA y depósitos con rendimientos vinculados al tipo de cambio (dollar linked). Este último todavía no está disponible en todas las entidades financieras. El plazo fijo UVA es un depósito a 90 días como mínimo para percibir la variación plena del índice que ajusta a los créditos hipotecarios más un punto porcentual. Tienen un sistema de rescate antes de los 3 meses mínimos de plazo, pero en ese caso se percibe una tasa que oscila el 28,5% anual, por debajo del plazo fijo tradicional.
Desde el oficialismo se presentó también una alternativa para crear instrumentos alternativos, como plazos fijos de ahorro previo y cajas de ahorro indexadas con el índice de la construcción. El objetivo es financiar la infraestructura y la vivienda, otro reclamo histórico. El proyecto permite crear instrumentos de ahorro interno como fideicomisos públicos y privados, cuentas de ahorro bancarias para el fomento de la construcción, cédulas hipotecarias, entre otros, para realizar el financiamiento de proyectos de desarrollo económico. Deberán mantener el valor del ahorro en moneda local mediante una retribución al menos el de las Letras de Liquidez (Leliq).
Los fondos comunes de inversión actualmente no ofrecen mayores rendimientos a un plazo fijo pero promete ir mejorando a medida que se reactive la economía. Entre los más operados, según información de la Comisión de Valores, son los dollar linked que invierten en bonos corporativos atados al dólar o en una combinación de bonos ajustados por el índice CER y cubiertos con contratos a futuro. Estos fondos se contratan en los bancos y tienen un sistema de rescate similar a un plazo fijo UVA pero puede hacerse en cualquier momento lo que ofrece una mayor flexibilidad al momento de contar con el dinero. El monto mínimo es 1000 pesos. El atractivo es que ofrece cubrirse de los movimientos del tipo de cambio.
El menú se completa con bonos y acciones, aunque a éstos también se pueda acceder de manera indirecta a través de fondos comunes de inversión. Las opciones más buscadas son los papeles atados a la inflación (CER) o al tipo de cambio. Por último, los Cedear son certificados en pesos atados a la cotización de empresas que cotizan en el exterior. Se compran y venden en pesos, pero su precio está atado al valor en dólares de la acción a la que están asociados.