La sequía hizo estragos en el sector agropecuario y, en consecuencia, afectó duramente el ingreso de dólares en el arranque del año. Todos los indicadores económicos, comerciales, de ingreso divisas, ventas por parte de productores, ingreso de camiones, industrialización, márgenes de molienda y otras acciones operativas, resultaron en el peor mes de la industria aceitera.
De acuerdo a un informe de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), por efecto de la sequía, las pérdidas en las cosechas de trigo, maíz y soja llegan a un total de 26,2 millones de toneladas hasta el momento. Por las elevadas temperaturas durante febrero y las heladas ocurridas a mitad del mes, todavía "no se han podido evaluar las pérdidas adicionales que han sufrido los rendimientos de los cultivos, principalmente en soja y en maíz", subrayó el documento.
De ahí que la producción final de estos dos cultivos queda aun por definirse. Ante la incertidumbre, los productores redujeron drásticamente el volumen de sus ventas anticipadas 2022/23 (19,3 millones de toneladas), con una caída del 52% con respecto al volumen de ventas ocurridas a igual fecha de la cosecha anterior 2021/22.
La caída en la oferta de soja disponible durante febrero tuvo impacto directo en el menor ingreso de divisas. En concreto, ingresaron U$S 645 millones, la cifra más baja en 19 años y significó una caída del 74% en relación al mismo mes del año 2022, y un 30.5 % menos que enero.
"La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial. La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas", explicó el informe. Según la mirada del sector, esa anticipación "depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas".
Los números explican el desplome del Agro
La fuerte caída en la molienda de soja tuvo impacto negativo en el Índice UCI, conocido como Utilización Capacidad Instalada, del sector, el cual se redujo 13 puntos hasta el 32% durante enero. "Estamos en el peor registro del Índice Utilización de Molienda de soja de los últimos años", sintetizó el informe.
De esta forma, en febrero se registró el menor ingreso de camiones de soja y de trigo para dicho mes, de los últimos cuatro años. Ingresaron a todos los puertos 13.228 camiones de soja, mientras que en trigo entraron solamente 3363 camiones, apenas del 9% de los 38.354 camiones ingresados en febrero del 2022.
Ante la menor producción en 20 años, el número final puede ser mucho peor. Las ventas anticipadas de soja de productores cayeron 4,8 millones toneladas, el 55% en comparación con el análisis efectuado a igual fecha de la campaña 2021/22.
Para el maíz fue la peor cosecha en cinco años, ya que las ventas anticipadas de productores 2022/23 cayeron 8 millones de toneladas, el 50% con respecto a igual fecha del año anterior 2021/22. En cuanto al trigo, se registró la menor producción en 10 años y el menor saldo exportable en 13 temporadas.
Las ventas de productores 2022/23 (7,4 millones de toneladas) se redujeron en 8,3 millones en esta cosecha, el 53%, con respecto a igual periodo del 2021/22 (15,7 millones de toneladas). Los molinos harineros "sin capacidad financiera para presionar las compras durante la cosecha, mantienen sus compras en volúmenes muy similares al año anterior", soslayó Ciara.