La Secretaría de Agricultura y otras autoridades oficiales se reunieron este jueves en el primer encuentro para generar medidas que combatan los efectos de la sequía luego de la cumbre del pasado viernes. Mientras tanto, en el Gobierno entienden que las lluvias de los últimos días trajeron un importante "alivio" y son optimistas en que durante los próximos meses se revierta la situación actual.
Tras la reunión entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y los cuatro titulares de la Mesa de Enlace el viernes de la semana pasada en San Pedro, las partes quedaron en conformar mesas de trabajo esta semana, con el compromiso oficial de anunciar las nuevas medidas antes del 1° de febrero. La primera de estas nuevas reuniones tuvo lugar este jueves en la sede de la Secretaría de Agricultura. Estuvieron presentes tanto el titular de esta área, Juan José Bahillo, como personal técnico de la AFIP y del Banco Nación. Por parte de la Mesa de Enlace, se acercaron hasta el edificio del bajo porteño los presidentes de Coninagro, Elbio Laucirica, y de la CRA, Jorge Chemes, al igual que los equipos técnicos de la Federación Agraria y de la Sociedad Rural.
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Aunque en algunas entidades rurales entienden que hubo demoras en el proceso de convocatoria oficial, dentro del Gobierno remarcaron que el martes hubo una reunión entre Agricultura y la AFIP y el miércoles otra entre Agricultura y el Banco Nación, con el fin de afinar las posibles medidas. Aun así, ninguna parte niega que las medidas vayan a estar antes del 1° de febrero, fecha en la que espera el anuncio formal. En este marco, las autoridades evitan adelantar cuáles podrían ser las soluciones concretas que se negocian, pero, de cualquier modo, señalan que lo que está bajo análisis son precisamente medidas tanto de orden impositivo como crediticio.
En el trasfondo del encuentro se destacó el buen tono de recepción y los representantes del Agro manifestaron satisfacción por los temas abordados, con foco en la afección hacia los productores ante semejante crisis climática. El denominador común en las cámaras que agrupan a los trabajadores rurales es que se debe avanzar con un paquete de salvataje crediticio e impositivo.
Lluvia y medidas de peso
En el Gobierno delinean los aspectos técnicos del bloque de medidas que trazarán el Banco Nación y la AFIP antes del anuncio previsto para el 1 de febrero. Aún así, no se descarta que se produzca un cónclave más entre funcionarios y empresarios del Agro para terminar de cerrar los instrumentos que serán puestos a disposición de los productores. Las horas clave se desarrollarán durante el fin de semana.
En los pasillos de la dependencia que conduce Bahillo se habla de medidas muy importantes, que serán tomadas independientemente de las mejoras en el clima. Es que los pronósticos indican la venida de lluvias y cada mililitro de agua que caiga del cielo ayuda a morigerar el daño ya hecho. Las tormentas de los últimos días, más la proyección de que continuarán en los próximos, alientan la posibilidad de alivio para los productores agropecuarios. Afortunadamente, el evento climático llamado "La niña" está cerca de llegar a su fin ya que semana a semana las condiciones del océano Pacífico tropical y la circulación atmosférica acoplada así lo demuestran.
¿Por qué habrá fuertes medidas para el sector a pesar de las perspectivas climáticas optimistas? En principio, la lluvias no son retroactivas y el Gobierno es consciente del daño generado en cada región del país. Asimismo, los expertos temen por la llegada de "El Niño" para el segundo semestre. Si pasa, las temperaturas promedio globales mostrarían subirían, siendo muy probable que superen el umbral crítico de 1,5 °C de calentamiento respecto a los valores preindustriales.
Hasta el momento, el año que más calor se registró en la tierra fue el 2016 y en gran parte fue impulsado por el evento "El Niño". Todo indica que este año será más caluroso que el 2022, incluso con la chance de ser el quinto o sexto más caluroso registrado.
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Las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones que se advirtieron en alrededor de la mitad del país podrían limitar el desempeño de los cultivos de trigo, cebada, soja, maíz y girasol de Argentina, lo que se traduciría en un impacto negativo de entre el 1,1 y 1,8 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) del país, según cómo evolucione la sequía en los próximos meses.
Según un informe de la Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Argentina, los efectos adversos de la sequía "limitan" el crecimiento de los cultivos argentinos de la campaña 2022-2023, lo que genera "gran incertidumbre" en la producción proyectada. "La baja disponibilidad de humedad y las elevadas temperaturas condicionan el área final sembrada, su dinámica productiva y, por consiguiente, las proyecciones de volumen de la cosecha", señaló el documento.
Así, en lo que se refiere a la soja, el maíz y el girasol, en un escenario moderado, su producción podría ser de 41, 44,5 y 3,7 millones de toneladas, respectivamente. No obstante, en un escenario pesimista, con una sequía más pronunciada, dicha producción podría reducirse a 35,5, 37,8 y 3,5 millones de toneladas.
Asimismo, en términos de recaudación fiscal, el Estado dejaría de percibir entre 3.143 millones de dólares (2.914 millones de euros) y 4.739 millones de dólares (4.393 millones de euros), dependiendo del escenario, principalmente por caídas en los derechos de exportación.