La siembra de maíz temprano o de primera concluyó esta semana en el centro y norte de la provincia de Santa Fe con una superficie cubierta de 86.900 hectáreas, unas 8.100 menos que lo estimado por los productores, debido a cuestiones ambientales, informaron hoy voceros del sector.
El informe semanal que confeccionan el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe, señala que las estimaciones al inicio de la campaña daban cuenta de una previsión de 95.000 hectáreas, que no se concretó por la irregularidad de las precipitaciones.
"Por las precipitaciones registradas en forma irregular en sus montos y en su distribución geográfica, el ritmo de la siembra del maíz temprano tuvo dos momentos y ambos regulados por la disponibilidad de agua útil en la cama de siembra, ya sea en la zona norte o sur", indica el trabajo.
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La preocupante situación respecto de los sembrados de trigo no mejoró en estos últimos días, por lo que los productores siguen evaluando secar o quemar lotes ante la mala situación de las plantas.
"La realidad ambiental por ausencia de precipitaciones importantes en casi la totalidad del área de estudio, heladas y marcada amplitud térmica diaria, condicionó aún más el desarrollo de los trigales en sus distintos estados fenológicos", expresa el texto.
En ese sentido, añade que "con el transcurso de las jornadas, el impacto climático se acentuó y llevó al productor a una definición entre interrupción del
ciclo o la continuación hasta la cosecha", aunque esta última opción no permite vislumbrar grandes resultados.
Hasta el momento un 48% de las parcelas se observaba en estado bueno, con algunos sembradíos excelentes a muy buenos, especialmente en la parte central del área de estudio.
Luego, un 31% era considerado en estado regular, con amarillamiento de las hojas, y el 21% restante fue calificado directamente en mal estado.
Respecto del girasol, que en la presente campaña cubrió una superficie de 121.700 hectáreas, los cultivares presentaron esta semana estado muy bueno a bueno, con algunos lotes excelentes, y continuaron su ciclo de manera normal.
Hubo reacción favorable luego de las lluvias en los lotes donde el stand de plantas estuvo afectado por el ataque de las aves, principalmente palomas, y por la presencia de orugas cortadoras.
Los estados vegetativos de los sembradíos de la primera etapa continuaron siendo muy buenos, ya que avanzaron en un normal crecimiento y desarrollo.
Con información de Télam